La forma en que empiezas la mañana tendrá un gran impacto en el resto del día que te espera. Todos sabemos lo horrible que es levantarse con el pie izquierdo y pasar el resto del día a un ritmo lento y tedioso debido a ese adormecimiento. Hay un buen truco que puede ayudarte a superar el trabajo de la mañana de una vez por todas: fijar una rutina y apegarte a ella.
Ahora, eso no quiere decir que la vida no te ponga obstáculos. No te preocupes si no puedes seguir perfectamente tu rutina matutina todos los días de la semana. Lo que cuenta es esforzarse.
Por lo general, las personas evitan establecer una buena rutina matutina, a pesar de los muchos beneficios que conlleva. Especialmente los que tienen niños o siguen horarios ocupados sujetos a cambios. Pero una rutina matutina no necesita horas o toneladas de planificación, puede ser tan simple como quieras. Aquí hay ocho cosas simples que puedes intentar hacer antes de las 8 de la mañana para comenzar tu rutina matutina.
1. No caigas en la tentación de posponer la alarma
Sé que puede parecer tu mejor amigo en ese momento, pero el botón de repetición de alarma de tu teléfono es, de hecho, un enemigo disfrazado. En general, alargar el tiempo que te lleva salir del sueño interrumpirá el reloj natural de tu cuerpo y hará que te sientas cansado y letárgico en vez de bien descansado. Cuando suene la alarma, lucha contra el impulso de posponerla y, en vez de eso, levántate de la cama de inmediato. Si sientes que simplemente no puedes despertarte cuando suena la alarma por primera vez, debes abordar esto modificando la hora de acostarte y las condiciones de sueño, para permitirte completar un ciclo de sueño completo, en vez de recurrir al botón de repetición.
2. Bebe agua
Puede sonar demasiado simple para que valga la pena decirlo, pero te sorprenderá cuántas personas renuncian a esta parte esencial de la rutina matutina. Tu cuerpo se somete a una gran restauración a lo largo de la noche y consume agua al hacerlo. Si te sientes aturdido por la mañana, lo más probable es que estés deshidratado. Acostúmbrate a llevarte un vaso de agua a la cama, o mejor aún, una botella de agua recargable, para que la rehidratación sea una parte fácil de tu rutina matutina. Beber agua es una parte esencial para despertarte: el cerebro simplemente no puede funcionar sin una buena hidratación.
3. Pon la lavadora
No dejes que la pila de ropa que se acumula en tu dormitorio se vuelva demasiado grande para manejarla. Controla la ropa sucia poniendo una lavadora por la mañana. Invierte en un cesto dividido que te permita clasificar previamente tu ropa, de esa manera no tendrás que perder el tiempo buscando los calcetines en tu ropa blanca. Coge uno de los cestos y mete la ropa en la lavadora. De esta manera, tu ropa estará seca a la hora del almuerzo, y nunca más tendrás que preocuparte por quedarte sin algo limpio que ponerte.
4. Planifica tus comidas del día
La planificación de comidas puede ser un tema divisivo: a algunas personas les encanta planificar cada comida para la próxima semana con anticipación, y otras prefieren ir sobre la marcha y ver qué les apetece según el estado de ánimo. Entre estas dos opciones se encuentra un buen compromiso que se puede añadir a tu rutina matutina. Al final de la mañana, haz un esfuerzo por saber qué vas a cenar. Esto ayuda a estructurar tu día ¡y te ofrece algo que esperar por la noche mientras te ocupas del trabajo!
5. Escribe una lista
El día pasa mucho más tranquilo cuando sabes lo que tienes que hacer. Acostumbrarte a escribir una lista de tareas todos los días te ayudará a mantenerte al tanto de tus prioridades. No solo añade estructura y priorización a la forma en que realizas tu día, sino que es una de las mejores maneras de evitar la sobrecarga de trabajo. Escribir todo lo que esperas lograr ayuda a evitar la sobrecarga de trabajo. Al ver todo lo que has conseguido completar durante el día, puedes identificar rápidamente en qué momento te has cargado más de lo que podías. Ahorra tiempo y estrés con una lista rápida de tareas por la mañana.
6. Practica la atención plena
Comienza bien el día con un tiempo para ti de verdad. La atención plena es la práctica de alejar todo el ruido de tu mente y simplemente existir en el momento presente. Se necesita práctica, pero hacerlo es la manera perfecta de conectarte contigo mismo. Evita tu teléfono y otros dispositivos electrónicos hasta que te hayas tomado el tiempo para despejar tu mente y dedicarte un momento solo para ti.
Comenzar la mañana con una rutina confiable crea productividad y una sensación de control que dura todo el día. ¡Pon en práctica estos consejos y verás cómo tu día puede cambiar para mejor!