El teletrabajo ha revolucionado la forma en la que trabajamos y cómo nos relacionamos con nuestros compañeros y superiores. Otro apunte más: también ha modificado sustancialmente la manera en la que nos enfermamos. ¿A qué nos referimos con esto? Precisamente a la mentalidad de que, estando en casa, es posible trabajar incluso estando enfermo. En el artículo de hoy hablamos de teletrabajo y salud y abordamos el concepto de presentismo laboral. Te contamos, además, por qué este fenómeno es perjudicial para la empresa.
¿Tengo derecho a enfermar si teletrabajo?
¡Por supuesto! En otros tiempos, acudir a la oficina y, por ende, trabajar era inviable estando mal de salud. Ya fuera por una gripe, una enfermedad gastrointestinal, una pierna rota o por cualquier otra circunstancia, quedaba claro que teníamos derecho a quedarnos en casa. Sin embargo, ¿qué sucede cuando, hoy en día, el trabajo está en nuestra propia casa? Ya no tenemos que desplazarnos hasta la oficina porque nuestras responsabilidades se encuentran en ese ordenador que tenemos instalado en el salón.
En caso de indisposición, parece que es abusar si solicitamos la baja laboral, especialmente porque ciertos problemas de salud podrían impedirnos acudir a la oficina, pero no trabajar en sí. Muchos empleados, entonces, se ven obligados por el sistema a continuar asumiendo sus obligaciones. No en vano, de acuerdo con ciertos estudios, buena parte de los trabajadores (más del 65 %) cree que pedir una baja laboral por una enfermedad de menor gravedad que la COVID-19 será rechazada por su jefe. La solución, entonces, es seguir trabajando aun estando indispuestos.
El presentismo laboral: un fenómeno cada vez más común
El presentismo laboral aterriza como la situación inversa a absentismo. Pero aunque a priori pueda parecer algo positivo, lo cierto es que está lejos de serlo. Si el absentismo se define como la ausencia del empleado en el puesto de trabajo, el presentismo es la presencia del trabajador al frente de su puesto incluso cuando están enfermos o bajo otras condiciones en las que no deberían estar trabajando.
De acuerdo a un análisis de la revista Harvard Business Review, el presentismo es el fenómeno relacionado con aquellos empleados que se toman tan en serio su trabajo que deciden continuar haciendo frente a sus obligaciones incluso cuando se enferman. En la misma línea, este documento subraya que el presentismo suele ser más común en tiempos difíciles y de crisis, pues los trabajadores tienen miedo de perder su empleo si se ausentan.
La realidad es que el presentismo es un acérrimo enemigo de la productividad. Aunque el empleado se empeñe en continuar con sus labores habituales, su deficiente estado de salud (en caso de enfermedad o cualquier afección) se lo va a impedir. Al final, esto es contraproducente para la empresa.
Curiosamente, ciertos estudios han concluido que es más beneficioso en términos empresariales y de negocio que el empleado enfermo no acuda a trabajar que, por el contrario, trabaje a media capacidad.
Cómo evitar el presentismo laboral
Como acabamos de ver, el presentismo laboral es un fenómeno que no aporta nada bueno ni para la empresa ni para el propio trabajador. ¡Todos tenemos derecho a ponernos enfermos! Entonces, vamos a ver algunas claves para reducir el presentismo laboral a su mínima expresión.
1. Impulsar el cambio cultural en la empresa
Los empleados no deben tener miedo de solicitar un día o dos porque no se encuentran bien de salud. Por eso, es preciso impulsar el cambio cultural en el seno de la empresa para que aquellos sientan que es un derecho al que pueden acogerse en cualquier momento. Esto supone un cambio de mentalidad en los superiores que incluya una mayor empatía.
2. Conocer los problemas de salud de los empleados
Otra estrategia para evitar el presentismo laboral es llevar a cabo un estudio para analizar los problemas de salud del equipo. Sería útil saber, por ejemplo, quiénes sufren migrañas para estar más preparados ante esta situación.
3. Favorecer la formación
Aunque suene extraño, sería preciso iniciar programas de formación acerca de una vida laboral más saludable, haciendo hincapié en que, cuando un problema surge, si no se trata a tiempo puede hacerse mayor y ser más grave.
4. Velar por el confort de los empleados
En tiempos de teletrabajo, muchas empresas no solo han enviado equipos electrónicos a las casas de sus empleados para que trabajen en las mismas condiciones que en la oficina. También han estimado oportuno instalar mobiliario de oficina como sillas y mesas de escritorio profesionales para evitar inconvenientes frecuentes como dolores de espalda o de lumbares.
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