En los últimos años, el moodboard se ha convertido en una práctica habitual. Si no has escuchado hablar de ella, no te preocupes porque, a continuación, te vamos a explicar en qué consiste para que así puedas ponerla en práctica para conseguir visualizar el objetivo que pretendes conseguir.
Concretamente, el moodboard se puede traducir como "tablero de inspiración" o "mapa". Es un mapa que, hoy en día, puede ser digital o si eres de los que prefieren las manualidad, puedes crearlo con recortes de diferentes materiales. Para crearlo, lo primero será definir cuál será tu propósito.
¿Qué es un moodboard?
Básicamente, se puede decir que el moodboard es algo así como un mapa visual que te va a ayudar a inspirarte. Sobre todo, se utiliza mucho en el ámbito creativo, por planificadores de eventos, diseñadores de interiores, diseñadores de productos y otros profesionales creativos. Aunque esto no quiere decir que no se pueda implementar en cualquier tipo de ámbito.
Gracias a esta herramienta vas a poder tener una imagen global y rápida del proyecto en el que vayas a trabajar. En este tablero vas a poder aglutinar imágenes y palabras relacionadas con tu proyecto. Durante el proyecto de elaboración descartarás y afinarás las ideas para lograr una mejor corrección del plan.
Así se elabora un moodboard
Si quieres elaborar un moodboard, a continuación te vamos a ofrecer los diferentes pasos que debes seguir. ¡Toma nota de ellos para crear el moodboard perfecto!
1. Elige un título acorde para el moodboard
El título debe estar relacionado de forma estrecha con el proyecto. Así, te mantendrás enfocado cada vez que eches un vistazo al mapa. Es recomendable un límite de palabras, tanto para el título principal como para las palabras clave. No debes repetir, asimismo, las las mismas palabras.
2. Recopilación de imágenes relacionadas
Si vas a hacer un moodboard digital, puedes optar por hacer un collage. Debes buscar y juntar aquellas imágenes que te gusten e inspiren, pero siempre que guarden relación con tu objetivo.
Esto lo que hará es que tu muro de inspiración te transmita emoción y el deseo de materializar el plan. Debe haber una imagen focal y el resto girar en torno a tu imaginación. Podrás jugar con los espacios, colores y letras.
3. Elegir un soporte
Como se trata de un proceso creativo, puedes optar por algunos de los soportes que existen en el mercado:
- Cartulinas.
- Cartón.
- Corcho.
- Trozos de tela.
Hay quienes fijan los elementos de forma directa en la pared o en un puerta. Aunque, si lo prefieres, tu moodboard puede ser digital en su totalidad.
4. Filtra y elige
Una vez hayas acumulado, un importante de imágenes y letras que creas que te vayas a inspirar. Este el momento de plasmar en el soporte. Sin fijar las imágenes todavía, de este modo, tendrás un mayor desarrollo del concepto.
Podrás demorarte algunos días o incluso semanas, porque encontrarás durante este tiempo de imágenes más interesantes y sustituirás las que ya tenías. Sin embargo, debes intentar ponerte una fecha límite.
Lo que está claro es que, normalmente, tenemos muchas ideas y planes en la cabeza. Aunque es normal que estén rondando por tu mente, será excelente si las haces realidad. Es entonces cuando entra en juego el moodboard, que no es más que un tablero de inspiración que te acercará un poco más a tus objetivos.
Con el moodboard puedes darle rienda suelta a tu creatividad y te pondrá un paso más cerca de conseguir todo aquello que necesitas.
Cuando ya tengas tu moodboard creado, sácale una foto y siempre lo tendrás a mano. Seguro que notas que es una herramienta potente cuando tengas que tomar algunas decisiones en tu proyecto.