Si eres una persona que se está haciendo cargo o se va a hacer cardo de uno o dos de sus padres en casa, el blog de hoy te interesa. Te damos consejos para mejorar tu calidad de vida y la de los mayores o personas dependientes que tienes a tu cargo.
El primer consejo es que definas muy claramente cuántas horas tienes disponibles para dedicar a los cuidados. Esto es muy importante porque para que tú puedas cuidar de alguien en la mejor manera, las otras esferas de tu vida también tienen que encontrarse en cierto equilibrio. Tienes que tener tiempo para dedicar al trabajo y, fundamentalmente, a tu propio descanso. Especialmente, si la persona que tienes a tu cargo sufre de alguna enfermedad que afecta a su personalidad o a su memoria, como puede ser la demencia senil, es necesario que pongas límites y no abandones tu propio descanso. Por ejemplo, si tu padre o madre tiende a llamarte telefónicamente en exceso, deberás de dejar claro cuántas llamadas eres capaz de atender al día.
Si alguno de tus padres sufre de demencia o pérdida de memoria, lo mejor que puedes hacer es aprender sobre estas condiciones lo más pronto que puedas. Familiarízate con la evolución esperada que experimentarán en el tiempo, esto te hará estar más preparado para evitar algunas cosas (comentarios, acciones...) que podrían ser el detonante para alguna situación indeseada.
Otro consejo: siempre que lo puedas permitir, busca ayuda lo más rápido que puedas. Puedes buscar a una cuidadora que esté con tu familiar algunas horas al día, o bien una interna. Es probable que puedas obtener ayuda a través de la seguridad social, si no tienes esa posibilidad, entonces, te recomendamos que tengas una larga conversación con el resto de familiares o amigos sobre cómo os podéis repartir el cuidado de vuestro ser querido. Hacer un horario o distribuir los días del cuidado entre familiares y amigos es una buena idea para evitar sobrecargarse en exceso. Si no tienes familia cercana, ni amigos que estén en disposición de ayudar, busca programas de voluntarios. Sí, existen programas de voluntariado con gente mayor, hay personas que están disponibles para echarte una mano de forma altruista. Infórmate sobre cómo se organizan estas asociaciones de voluntarios en un comunidad o ciudad. Y recuerda: no tienes por qué llevar todo el peso sobre tus hombros, hoy en día hay muchas posibilidades para que puedas ofrecer un cuidado digno a las personas que tienes a tu cargo. Y no, no tienes por qué hacerlo tú directamente. Si lo ves como una obligación, te hará entrar en un estado de resentimiento e irritación que no es nada positivo ni para ti, ni para tu ser querido. A veces, la mejor ayuda que puedes proporcionar a alguien es ofrecer el apoyo que necesita a través de otra persona como, por ejemplo, y como hemos dicho: un cuidador. Al final del día, lo más importante es que las personas vulnerables se sientan queridas y en un ambiente saludable. Esa debe ser la máxima prioridad.
Aprende a relajarte. Tomar algunas respiraciones profundas y conscientes cada día o permitirte relajarte (leyendo un buen libro o dando un paseo) es una buena manera para retornar a un estado energético que vibre más en positivo. Si te permites recargar las energías, tu recorrido como un cuidador adecuado será más largo. Además, tu energía repercute definitivamente en la calidad de vida de la personas que tienes a cargo, no lo olvides.
Toma las precauciones necesarias para asegurarte de que el lugar en el que vive la persona dependiente está adaptado a sus necesidades. Asegúrate de prevenir posibles accidentes que puedan empeorar su situación y, por lo tanto, dolor y grado de dependencia. En este sentido, es importante que la casa disponga de una iluminación correcta. El baño, es un espacio muy importante y en el que conviene evitar accidentes. Piensa en eliminar bañeras, y cambiarlas por duchas con puntos de apoyo. Además, te servirá contar con un banquito dentro de la ducha para que la persona dependiente pueda sentarse en caso de que se sienta cansada o no tenga la energía para estar todo el tiempo de pie mientras se está realizando su higiene personal.También es de mucha utilidad disponer de una cama eléctrica que se pueda elevar cuando la persona necesita comer, o hacer descender cuando llegue la hora del sueño y toque dormir. Te recordamos que en Flexispot disponemos de la cama articulada EB01, cuyo cabezal se puede inclinar hasta en 60 grados. Esta cama puede elevarse sin problemas aunque esté soportando una gran cantidad de peso. Como punto positivo añadido a su favor: se eleva de una forma, prácticamente, silenciosa (con un nivel de ruido inferior a 50db). En la actualidad existen tres opciones de altura a tu disposición: 8 cm, 15 cm y 23 cm. En el link siguiente puedes leer más detalles sobre ella: https://www.flexispot.es/camas-articuladas/camas-articuladas-eb01.html
Esperamos que los consejos de hoy te hayan resultado de ayuda y te sirvan para poder ofrecer unos cuidados de calidad a tu ser más querido.
¡Nos vemos pronto!