Los gatitos son animales independientes e inteligentes que, a priori, pueden parecer muy suyos. Si tienes uno, seguro que ya has descubierto que los gatos no son ariscos siempre y, de hecho, pueden llegar a ser muy sensibles y cariñosos. Otra de sus cualidades es que son animales muy expresivos: usualmente se comunican mediante maullidos. Sin embargo, no en todas las ocasiones entendemos qué nos quieren decir. En el artículo de hoy vamos a descifrar su lenguaje y te ayudaremos a comprender el significado de los tipos de maullidos de los gatos. ¡Ya no habrá secretos para ti!
¿Sabías que los gatos pueden emitir más de 60 tipos de maullidos diferentes? Como decimos, esta es su principal vía de comunicación con los de su especie. Eso sí, si vives con uno, también será el lenguaje empleado por tu mascota para comunicarse contigo. Veamos algunos de los principales sonidos.
1. Un maullido corto y suave
El maullido más habitual es aquel que muy probablemente escuchas constantemente. Se trata de un sonido corto, pero que es a la vez repetitivo, pues los gatos los emiten varias veces seguidas. Al mismo tiempo, no es un sonido estridente, sino más bien suave. Pero vayamos al grano: ¿cuál es el significado de este maullido de gato? Usualmente es el que utilizan cuando quieren pedir algo. Por ejemplo, comida o agua, que les abras una puerta, etc.
2. Un maullido más grave que el anterior
En el caso de que tu gato esté suplicando comida o cualquier otra cosa, pero sus necesidades no se vean satisfechas, lo más seguro es que cambie de estrategia. Esto quiere decir que pasará a emitir un maullido mucho más grave que el anterior y todavía más repetitivo hasta que atiendas a sus súplicas.
3. Un maullido que parece un lamento
A finales del invierno, es común escuchar a los gatos callejeros un sonido que más bien parece un lamento. Este sonido como de tristeza nada tiene que ver con un estado melancólico, pues en realidad son llamadas sexuales y se emiten para atraer a una posible pareja. Este sonido puede ser bastante continuado, de ahí que muchos dueños se planteen finalmente esterilizar al gato para acabar con estos maullidos.
4. Un maullido de bienvenida
Aunque se piense que solo los perros reciben con alegría a sus dueños cuando regresan a casa, lo cierto es que, a su manera, los gatos también dan la bienvenida. En este caso, reconocerás su “hola” porque es un sonido suave y muy leve, pues lo emiten apenas sin abrir la boca. Este maullido de bienvenida se acompaña también de miradas tiernas. ¡Es su manera de expresar que está muy contento de que hayas vuelto a casa!
5. Un maullido agudo (gatitos pequeños)
Cuando apenas cuentan con semanas de vida, los gatitos pueden alertar a su madre de que algo está sucediendo. Por ejemplo, que se han quedado atrapados en algún lugar o que tienen frío. Son sonidos muy característicos que alertarán a su madre y harán que esta corra enseguida a su encuentro.
6. Un budo
El bufido de un gato es un sonido que significa que está a punto de entrar en una pelea. En realidad, es un sonido que resulta amenazante y que transmite a su interlocutor que lo mejor es que se vaya si no quiere salir escaldado. Otra variedad es el gruñido corto, que también es de carácter amenazante.
7. Un maullido de dolor
Por último, tienes que conocer otro de los maullidos más frecuentes. Los sonidos de dolor son estruendosos y aparecen de manera repentina. Son bastante descriptivos, de ahí que cuando los escuches, identificarás perfectamente qué está ocurriendo.
Como ves, tener un gato en el hogar ¡es toda una adivinanza! Esperamos que este listado te ayude a conocer más en profundidad a tu gato. Al final, ¡forma parte de la familia! Los felinos son animales con fama de ariscos, pero la mayoría de las veces esta percepción se tiene porque no se les entiende. Poco a poco, irás conociendo sus manías, sus costumbres y, por supuesto, su manera de comunicarse contigo y esa visión preconcebida irá desapareciendo.
Tener una mascota en casa es una aventura. Por supuesto, es una responsabilidad adquirida de la que tienes que ser consciente. Aunque creas que no, ¡los gatos también necesitan de ti! Si has decidido finalmente ser dueño de un felino, solo podemos decirte que no te arrepentirás. De hecho, lo más emocionante es precisamente ese periodo en el que os vais conociendo y amoldando el uno al otro. Puede parecer exagerado, pero lo cierto es que de los animales de compañía se aprende mucho. Esto solo lo sabe quien, de hecho, tiene una mascota. ¡Larga vida a los gatitos!