En verano, además de ser habituales las altas temperaturas, especialmente en las zonas del sur de España, también es frecuente la aparición de olas de calor, que suponen temperaturas de 40 º en adelante.
Nuestro cuerpo funciona con normalidad con una temperatura corporal que ronda los 37º, por lo que, si el ambiente es superior a éste, podemos sufrir diversas consecuencias, como golpes de calor, calambres o mareos. Este riesgo aumenta cuando nos encontramos en un sitio con mucha humedad.
Otras consecuencias de las olas de calor para la salud son la falta de sueño, alteraciones y cambios en el estado de ánimo y deshidratación, esto especialmente peligroso para niños y personas mayores.
Las enfermedades que surgen cuando los sistemas que regulan la evacuación del calor de nuestro cuerpo tienen problemas para mantener una temperatura normal, se engloban en un término conocido como hipertermia.
Compartimos una serie de consejos que nos ayudarán a afrontar las olas de calor.
No salir en horas centrales del día
Cuando se ha declarado una ola de calor, debemos evitar salir a la calle en las horas centrales del día, en las que la temperatura ambiental es más alta. Esta franja está comprendida entre las 12:00 y las 16:00 horas y solo debemos salir si es indispensable, como un trayecto al trabajo, evitando permanecer al sol y, por supuesto, no haciendo deporte al aire libre en estos horarios.
Asimismo, debemos tener cuidado con la hora en la que sacamos a pasear a nuestras mascotas, puesto que el asfalto absorbe mucho calor y se pueden quemar las patas.
Beber mucha agua, aún sin sed
Cuando sentimos sed, es porque ya estamos cerca de la deshidratación, uno de los grandes problemas derivados de las altas temperaturas, por eso, debemos beber a menudo, sin esperar a tener la sensación de tener la boca seca. Lo ideal es beber pequeños tragos y tener una botella de agua fría siempre a mano. Tanto los niños como las personas mayores tienen menos reservas hídricas en el cuerpo, por lo que tienen que tener una especial atención con la reposición de líquidos.
Disminuir el consumo de bebidas con cafeína, refrescos azucarados y alcohol
Cuando consumimos bebidas con cafeína, con mucho azúcar o con alcohol, al ser estimulantes, nuestro metabolismo se acelera y nuestro cuerpo tiene que desechar los excesos de su consumo, por lo que conlleva un desgaste energético. Si también tiene que luchar contra el calor, puede que tengamos poca energía, por lo que es recomendable limitar su consumo y beber solo agua o zumos naturales.
Cómo combatir la ola de calor en casa
Sin duda uno de los mejores aliados para combatir las temperaturas extremas en el hogar, son los aparatos de aire acondicionado, ya que enfrían las estancias y rebajan varios grados el ambiente de un espacio. Sin embargo, muchas personas no tienen acceso a estos aparatos, además de que no es saludable utilizarlos de un modo constante. Por ello, compartimos algunos consejos para combatir la ola de calor desde casa.
Una de las principales opciones para evitar que entre el calor al hogar es mantener tanto los toldos, si disponemos de ellos, como las persianas, bajadas durante el día. Por la noche podemos abrir las ventanas para ventilar. También es recomendable utilizar lo mínimo posible aparatos eléctricos que eleven las temperaturas interiores, como los hornos. Otros electrodomésticos de la cocina que desprenden calor son las lavadoras y lavavajillas, por lo que es mejor utilizarlos por la noche, y no a la vez que hacemos la comida, ya que podrían generar bastante calor extra.
También podemos humedecer el suelo, rociar agua con un pulverizador y tener plantas, que ayudan de forma natural a refrescar el ambiente. Otra forma de refrescarnos es con toallas humedecidas en agua o envueltas con una bolsa de gel enfriada previamente en el congelador.
En días de mucho calor, también es recomendable evitar las comidas copiosas, optando por platos ligeros que faciliten la digestión, como ensaladas de pasta y frutas, además de ingerir un mínimo de dos litros de agua al día.
En cuanto a la hora de dormir, una recomendación es ducharse con agua tibia antes de ir a la cama, para mantener la sensación de frescor al menos hasta quedarnos dormidos.
También podemos llevarnos una botella de agua a la cama. Aunque nos cueste levantarnos para ir al baño si bebemos demasiado, es importante, ya que, ante altas temperaturas, nos podemos deshidratar incluso por la noche, si sudamos.
Podemos utilizar un ventilador para mantenernos frescos durante la noche pero tenemos que tener en cuenta que un ventilador solo es efectivo hasta los 35º, ya que a temperaturas superiores solo remueve el aire caliente y es más perjudicial, por lo que, sí es una noche especialmente cálida, lo mejor es no usarlo.
Por último, también tenemos que tener en cuenta tanto el material de las sábanas sobre las que nos acostamos, como el tejido de nuestro pijama, que deben ser ligeros y transpirables, por ejemplo, de algodón o de lino.