Decir ‘no’ no es de mala educación ni te hace ser una persona ingrata. Justamente es todo lo contrario, pues es un hábito liberador y que, además, tiene muchos beneficios en tu salud emocional. ¿Sabías que decir ‘no’ puede ayudarte a hacer descender tus niveles de estrés? En este artículo, te hablamos de los riesgos de decir ‘sí’ a todo y de cómo iniciarte en el camino del ‘no’ para exprimir todas sus bondades.
¿Por qué nos cuesta tanto decir ‘no’? Por supuesto, tiene mucho que ver nuestra educación y los valores adquiridos durante nuestra infancia. Desde pequeños nos han inculcado que siempre es bueno agradar y mostrar buena disposición. Inconscientemente hemos asociado decir ‘no’ a una actitud maleducada y desagradable. Sin embargo, si no somos capaces de negarnos a tiempo, entonces, nuestra productividad va a verse seriamente afectada. ¿Te imaginas estar siempre disponible para el jefe, la familia o los amigos? Sin ninguna duda, agradar a otros hará que quedemos mal con nosotros mismos.
Las consecuencias de decir ‘sí’ a todo
Si eres de los que nunca se niegan, es posible que te parezca que esta es una vía para ser aceptado socialmente y encajar. Esta puede parecer la cara amable de decir ‘sí’ a todo, pero he aquí la parte negativa.
- Tu autoestima se resentirá
Cuando complaces a los demás más que a ti mismo, sin ninguna duda, esta actuación irá haciendo mella en ti. Tendemos a priorizar los deseos de los demás en detrimento de los nuestros, lo que puede desencadenar que empecemos a no valorarnos y, por ende, se traduzca en un descenso de nuestra autoestima.
- Serás menos productivo
No somos superhéroes ni podemos estar a todo, por mucho que lo queramos o lo deseemos. Sencillamente, no podemos. Es más, estar a merced de los caprichos de otros hará que tengamos menos tiempo para nuestras cosas. ¿Tienes que abandonar tu trabajo continuamente para ayudar a otros con sus obligaciones? Ellos ganan, pero tú pierdes.
- Te sentirás fracasado
Decir a todo que ‘sí’ puede traernos una satisfacción en un primer momento, pero a largo plazo se convertirá en una sensación de fracaso. Y es que cuando anteponemos las necesidades de los otros a las nuestras, estamos renunciando a nuestras ilusiones. Al no alcanzarlas, nos sentiremos frustrados.
- Tendrás estrés
No saber decir ‘no’ a tiempo y querer estar a mil cosas a la vez (a las nuestras y a las de los demás) desembocará en un mayor riesgo de padecer estrés. Por este motivo, aprender a decir ‘no’ te evitará quebraderos de cabeza, te hará sentirte en paz contigo mismo y, en definitiva, incidirá positivamente en tu estilo de vida.
Técnicas para aprender a decir ‘no’
Sabemos que resulta más difícil de lo que parece. Este aprendizaje requiere constancia y esfuerzo. No se adquiere de un día para otro. Sin embargo, al final todo es empezar para ir viendo los resultados poco a poco y cuanto antes. ¿Quieres aprender a decir ‘no’ para mejorar tu calidad de vida? He aquí unas cuantas técnicas.
1. Valora tu tiempo
Tu tiempo es precioso y valioso, ten esta premisa siempre en cuenta cuando otros esperen una respuesta de tu parte. Si ayudar a otros implica que no vas a poder acometer tus obligaciones, necesidades o tareas, entonces, piénsalo dos veces. En ocasiones, es suficiente con negarte de buena manera diciendo que, aunque te encantaría colaborar, estás muy ocupado en ese momento.
2. Define tus prioridades
En la misma línea que la anterior, la clave está en priorizar tus necesidades. En este punto, deberás saber cuáles son tus prioridades. ¿Es tu trabajo, tu familia, tus amigos? Una vez que tengas claro el orden, sabrás a qué puedes dedicar un poco más de tu tiempo y a qué otra cosa no puedes.
3. Sé amable
Decir ‘no’ no está reñido con la amabilidad. Es más, puedes negarte siendo extremadamente amable. Recuerda serlo siempre, pues de esto dependerá la sensación que transmitas en la otra persona.
4. Practica decir no
Como todo en la vida, la perfección se alcanza con la práctica. Por eso, te retamos a que practiques en las situaciones más sencillas para estar preparado para las más complicadas. A pesar de que en un principio te puede resultar un mundo, enseguida comprenderás que decir ‘no’ no va a hacer que te quedes sin amigos ni sin relaciones sociales.
5. Hazlo también con tu jefe
Sabemos lo complicado del asunto, pero es preciso que este aprendizaje lo extrapoles al ámbito que más puede estar generándote estrés. Con frecuencia, los jefes exigen demasiado sin pararse a pensar en las consecuencias. Hazle saber que asumir más tareas de la cuenta puede comprometer tu productividad.