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3 consejos para evitar errores por descuidos

06 julio, 2022

Uno de los rasgos que las empresas buscan en un empleado es que sea meticuloso y detallista. Esto significa que el empleado verificaría cada pequeño detalle sobre su informe, presentación o salida antes de enviarlo al jefe. Verifica varias veces y se asegura de que su trabajo ya esté cerca de la perfección. Cuando eres este tipo de empleado, y eres consistente en este aspecto, puedes esperar el éxito en cualquier carrera que elijas. Tus clientes y jefes deben valorarte mucho por dar lo mejor de ti siempre para presentar un trabajo excelente. Muestras que eres organizado, eficiente con tu tiempo y te aseguras de no entregar nada que sea menos que perfecto.

¿Cómo lo logras? Debes aprender a administrar bien tu tiempo para que puedas tomar decisiones informadas y tomar las medidas adecuadas. Cuando eres un trabajador eficiente, tienes la bendición de tener tiempo adicional para revisar tu trabajo antes de enviarlo.

Por supuesto, esto no es fácil de lograr. Todos somos humanos y tenemos personalidades diferentes. Sin embargo, no significa que no podamos evitar cometer errores por descuido; los llamamos descuidos porque podrían haberse evitado si se hubiera actuado con precaución y preparación. El objetivo que debes tener no es ser perfecto sino cometer menos errores grandes que puedan poner en peligro la empresa y tu reputación.

Es útil saber cuáles son estos errores comunes. Si lo cometes una vez, por supuesto, será fácil de perdonar, especialmente si acabas de empezar en el trabajo. Pero será imperdonable si sigues repitiendo el mismo error. Esto es un reflejo de que eres descuidado y no piensas mucho en tu trabajo. Probablemente solo estés preocupado por cumplir con un plazo. Debes aprender de los errores del pasado y seguir adelante una vez que hayas corregido estos errores del pasado.

También debemos tener en cuenta muchos factores circunstanciales. Por ejemplo, puedes distraerte durante tu jornada laboral, lo que por supuesto afecta la cantidad de trabajo que podrás terminar con éxito. O puedes ser un caso clásico donde la motivación va disminuyendo o tener una mentalidad aceptable. No deseas que se te conozca como alguien que solo cumple con los plazos pero presenta resultados mediocres. O por tener una mala gestión del tiempo y sentirte extremadamente abrumado cuando te enfrentas a tareas laborales, una tras otra. También puede ser simplemente una indicación de que no eres apto para el trabajo. Estos son los errores comunes que cometen los empleados en diferentes industrias:

Cometer errores gramaticales y ortográficos sin darse cuenta hasta que un compañero los señala.

La falta de comunicación ocurre cuando se transmite información incorrecta a un cliente, a un compañero o a un superior.

No entender la directiva y hacer una tarea completamente diferente.

No comprobar el destinatario y enviar un correo electrónico al contacto equivocado.

Olvidar confirmar la recepción de correos electrónicos y encima, ser tímido.

En algún momento del proceso, cometer errores de cálculo que ponen en peligro los resultados. Hay casos en que los datos son incorrectos desde el principio.

Olvidar por completo la tarea.

La fecha límite no se cumple por las siguientes razones: olvidarla, escuchar una fecha incorrecta o gestionar mal el tiempo.

Es fácil evitar cometer estos errores si te vuelves eficiente y prestas atención a los detalles. Primero, debes averiguar qué flujo de trabajo te funciona mejor. Así podrás ajustar y adaptar ese flujo de trabajo para hacer tu trabajo de la mejor manera posible. Puedes probar diferentes estrategias hasta que encuentres una que te permita evitar estos errores por descuido. Estos son algunos consejos sobre lo que puedes hacer:

1. Tu entorno de trabajo debe ser inspirador y motivador

Tienes que estar inspirado para trabajar. Cuando estás feliz y satisfecho con lo que haces todos los días, la calidad de tu rendimiento mejora en gran medida porque se te anima a dar constantemente lo mejor de ti en el trabajo. Hay muchos escritorios que están llenos de desorden. Aunque a algunos les funciona esto, no es el caso de la mayoría. Lo que hace un escritorio desordenado es llenar tu mente con pensamientos innecesarios que te distraerán de tu trabajo. Despeja tu escritorio para que también tengas un espacio despejado. Si no quieres sentirte abrumado por el desorden, acostúmbrate a ordenar tu escritorio todos los días antes de empezar a trabajar. El desorden no se acumulará y tardarás menos tiempo en limpiarlo. También puedes evitar las distracciones si tu zona de trabajo te ayuda a mantenerte concentrado. Usa auriculares con cancelación de ruido para no distraerte con lo que sucede a tu alrededor. Oculta los dispositivos que no necesitas en una zona que sea inaccesible. Usa muebles ergonómicos en tu espacio de trabajo para ayudarte a mantenerte concentrado y alerta.

2. No comiences una tarea si una o más instrucciones aún no están claras. Haz preguntas cuando surja algo y no estés seguro

Las instrucciones deben ser claras desde el principio. Debes practicar tus habilidades de comunicación y preguntar cuando no entiendas algo o necesites una aclaración. También debes proporcionar actualizaciones periódicas para estar en sintonía con tu gerente y cliente. De vez en cuando, asegúrate de hablar sobre tu tarea con ellos para estar alineado y seguro de que estás haciendo tu trabajo correctamente.

También ayuda conocer los objetivos del proyecto y cómo tus tareas contribuirán a la totalidad del mismo.

3. Siempre evalúa tu trabajo y toma nota de tus errores para no repetirlos la próxima vez

La paciencia se puede ejercer en el lugar de trabajo, pero tiene una línea delgada. Cuando haces algo mal una y otra vez, no te debe extrañar que tus jefes te miren con asombro. Toma nota de tus errores cada vez que termines una tarea. Sé consciente de cualquier patrón que puedas observar a partir de estos problemas. No querrás ser una molestia para nadie en tu lugar de trabajo, así que asegúrate de aprender de tus errores del pasado y aplicar las correcciones necesarias, ya sea en tu comportamiento, enfoque, mentalidad, etc. Pide ayuda a un mentor si es necesario.