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¿Cómo puedes aprender a meditar para estar más calmado mientras teletrabajas?

12 abril, 2022

La pandemia provocada por la COVID-19 ha hecho que muchos de nuestros hábitos se hayan cambiado. El sector sanitario y de la salud se ha modificado completamente y, ahora, también, el trabajo ha sufrido numerosas modificaciones que han hecho que los trabajadores se hayan tenido que adaptar a una nueva normalidad hasta ahora no vista.

Durante el confinamiento impuesto por el Gobierno en marzo de 2020, más de 3 millones de personas experimentaron en su propia piel el teletrabajo. Las jornadas laborales convivieron con los ratos en familia y los niños corriendo y jugando por casa mientras tenías que concentrarte para que tu productividad no se viera resentida al trabajar desde casa.

Muchos de quienes empezaron a teletrabajar con el confinamiento, incluso, hoy en día, siguen practicando el "home office", tras haberse acostumbrado a esta nueva forma de trabajar. Algunas personas han sabido llevar a la perfección esta nueva situación, si bien es cierto que otros teletrabajadores han tenido que aprender a concentrarse y relajarse para sobrellevar esta situación.

Si estás teletrabajando, una buena técnica que puedes poner en práctica es la meditación, ya que te puede ayudar (y mucho) en tu nivel de concentración. Lo que está claro es que esta disciplina no es fácil de realizar al principio puesto que exige esfuerzo. Si quieres aprender a meditar, a continuación te vamos a ofrecer algunos consejos para que puedas hacerlo de forma correcta. ¡Toma nota de todos ellos!

La importancia de elegir ropa cómoda

Una de las primeras cosas que tienes que tener en cuenta para empezar a meditar es el vestirte con ropa cómoda. No dudes en elegir prendas anchas y descalzarte. Además, debes quitarte los complementos y el reloj, ya que pueden resultarte molestos.

El lugar debe ser tranquilo

El principal objetivo de meditar es que logres un estado de relajación. Para ello, debes decantarte por un lugar sin ningún tipo de interferencias ni interrupciones. Puedes meditar, por ejemplo, en un lugar de la casa, un parque, un jardín si lo tienes o incluso en la orilla del mar. El sitio que elijas tiene que ofrecerte comodidad y no contar con ningún tipo de estímulos.

Sentarte correctamente es algo primordial

Adquirir una mala postura para meditar no es algo que fomente la meditación ya que tu espalda se resentirá, al igual que tus brazos y piernas. Es decir, para poder meditar, sentarte correctamente es algo fundamental. Debes hacerlo en el suelo, con tu espalda recta y sin ningún tipo de tensiones. Además, tus brazos y hombros deberían estar totalmente relajados.

Centrarte en un objeto

A la hora de meditar, es recomendable que te centres en tu respiración o en un objeto. Esto se hace para que te puedas mantener mejor en el aquí y ahora a través de los sentidos sin que tu mente se ponga a distraerse y pensar en otras cosas.

Aceptar los pensamientos

Mientras meditas, seguro que te surgirá algún pensamiento ajeno a la práctica. Esto es algo totalmente común y lo único que puedes hacer es aceptarlo. Cuando estos aparezcan, solo acéptalos y centra tu atención en el objeto o respiración, como te hemos indicado anteriormente.

Puedes buscar algún grupo de meditación

Aunque practicar de forma individual es perfecto, puedes compartir tus sesiones de esta práctica con otras personas que también lo hagan. El apuntarte a grupos de meditación hará que consigas meditar con éxito, además de conocer a personas con las que compartir una rutina muy beneficiosa para tu salud.

Aumento de horas

A priori, meditar no es algo totalmente sencillo como puedes creer. Es por eso por lo que al iniciarte en esta técnica tendrás que empezar muy poco a poco. Luego, lo ideal será que vayas aumentando el tiempo de meditación, para así lograr los 20-30 minutos que se recomiendan para obtener los beneficios que ofrece meditar, entre los que destacan: reducir el estrés, afectar de forma positiva al sistema inmunológico, empatizar con los demás, aumentar la tolerancia al dolor y mejorar la memoria y tus funciones cognitivas.

Incorpórala a tu rutina diaria

Como ves, meditar necesita de constancia. Así que no dudes en incorporar la meditación a tu rutina diaria. Esto hará que consigas convertirte en un gran meditador y conseguir disfrutar de todos los beneficios de esta práctica. Es decir, saca un poco de tiempo en tu día a día para meditar, al igual que lo haces para desayunar, practicar ejercicio o salir a pasear, ya que una vez que incorpores el meditar en tu día a día, seguro que no faltará en las actividades que haces en tu vida diaria.

Y tú, ¿has pensado incorporar la meditación en tu día a día para lograr obtener la concentración en el teletrabajo? ¿Has logrado disfrutar de todos los beneficios que ofrece esta práctica? ¿Te ha costado mucho llegar a practicar la meditación conscientemente?