Normalmente cuando sufrimos alguna contractura o nos duele la espalda o las lumbares, lo primero en lo que pensamos es que quizás es el momento de acudir al fisioterapeuta. Este profesional, sin duda, puede ayudarnos mucho para aliviar los pinzamientos y las lesiones que nos impiden llevar un estilo de vida normal. Sin embargo, existe otra disciplina menos conocida cuya misión es mejorar la salud de nuestra columna vertebral, entre otras. Nos estamos refiriendo a la quiropráctica. Te contamos qué es y por qué está de moda.
Qué es la quiropráctica
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la quiropráctica como la ciencia que se ocupa del diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos del sistema neuromusculoesquelético, así como de los efectos de dichos trastornos. Para ello, se vale de técnicas manuales y del ajuste de las articulaciones.
Para la quiropráctica, el estado de la columna vertebral incidirá positivamente o negativamente, según el caso, en nuestra salud en general. En otras palabras, nuestro bienestar vendrá determinado en gran medida por la salud de nuestra columna. De acuerdo con esta disciplina, buena parte de las dolencias que el ser humano puede sufrir está relacionada con un problema en la columna vertebral y en el sistema nervioso.
Los quiroprácticos, no en vano, están especializados en el sistema nervioso y su papel es identificar aquellos desequilibrios presentes en él que pudieran estar dañando otras funciones del organismo.
Por ejemplo, puede ocurrir que una vértebra no esté en la posición que debiera, un inconveniente que nos puede causar un malestar. En muchas ocasiones, se trata de pequeños traumatismos causados por actividades cotidianas como, por ejemplo, pasar muchas horas trabajando frente al ordenador. Si tu empleo es en remoto y pasas mucho tiempo en una posición estática, es posible que sepas de qué te estamos hablando.
Beneficios de la quiropráctica
Aunque a menudo la quiropráctica se confunde con la fisioterapia, son ciencias totalmente diferentes. En el caso de la primera, como hemos dicho, está centrada en la detección y corrección de pequeñas disfunciones del sistema nervioso. Como sabes, este se encuentra protegido por la columna vertebral. Por ello, será esta su principal campo de actuación.
La quiropráctica está basada en las terapias manuales y prescinde de los medicamentos y la cirugía. Generalmente los métodos empleados por estos especialistas son presiones en puntos clave conocidos como ajustes. Para ello, el paciente debe tumbarse en una camilla e ir cambiando de postura a instancias de lo que le vaya solicitando el quiropráctico. Tras una o varias sesiones, los beneficios no tardarán en llegar:
1. Alivio de los dolores de espalda
¿Sabías que el dolor de espalda es la primera causa de baja médica en el ámbito laboral? Lo peor es que un inofensivo dolor de espalda puede acarrear otras enfermedades y dolencias si no se ataja pronto. Este puede producirse por una mala postura, por cargar peso o bien por pasar muchas horas sentado. Si teletrabajas, seguro que en alguna ocasión habrás sentido molestias.
2. Mejora tu postura
Otro de los beneficios de la quiropráctica es que poco a poco verás cómo tu postura mejora. Para quienes trabajan en una oficina o en remoto es habitual que buena parte de su jornada laboral sea frente a un ordenador. A largo plazo, esta orientación hacia la pantalla puede hacer que nos encorvemos más de la cuenta. La quiropráctica aterriza para mejorar nuestra postura corporal.
3. Minimiza el riesgo de sufrir contracturas
Un enemigo acérrimo de pasar muchas horas tecleando en el ordenador son las contracturas. Sin embargo, si acudes ocasionalmente a las sesiones de quiropráctica, observarás cómo el riesgo de sufrirlas se reduce bastante.
4. Favorece la calidad de vida
La quiropráctica es la ciencia que cuida del sistema nervioso y que se encarga de detectar posibles bloqueos en las articulaciones. Al corregirlos, se restablecen las comunicaciones en el sistema nervioso y, en definitiva, esta liberación se traduce en una mejor calidad de vida.
5. Combate el estrés
Otro beneficio de la quiropráctica es que contribuye a combatir el estrés. Se trata de una ventaja de gran importancia en los tiempos que corren. Tanto si teletrabajas como si no, seguro que hay jornadas maratonianas en las que parece que nunca viene el fin. Al estresarnos, nuestros músculos se tensan y aparecen los dolores, empeora la calidad del sueño… El papel de la quiropráctica es liberar estas tensiones.
Ahora que ya sabes qué es la quiropráctica y cómo puede cuidar de tu columna vertebral y, a grandes rasgos, de tu salud, quizás valores ponerte en manos de este profesional. Sin duda, es una disciplina que puede hacer que te sientas mejor si trabajas en remoto. Explora el catálogo de Flexispot y encuentra todo tipo de soluciones de mobiliario para tu oficina en casa.