La necesidad de dormir bien es fundamental en nuestro día a día. La postura que adoptamos para dormir influye mucho en cómo nos sentimos al levantarnos, descansados o con dolor en alguna zona, en ese momento al levantarnos, en el trabajo o al volver a casa, ya que las consecuencias negativas de dormir mal se notan tanto a corto como a largo plazo.
Cuando vamos a dormir, debemos encontrar la postura que nos haga sentir relajados, sin tensión y sin forzar ninguna parte de nuestro cuerpo.
De manera inconsciente buscamos una postura que se adapte a estas necesidades, y que nos haga sentir más cómodos. Existen diversas posturas, aunque las más comunes son boca arriba, boca abajo, del lado izquierdo y del lado derecho. Además, también podemos colocar de diferentes formas brazos y piernas.
En este artículo vamos a analizar cuáles son las peores y las mejores posturas para dormir y cuáles se recomiendan si tenemos algún tipo de enfermedad.
Lo primero a tener en cuenta es que nuestro tipo de cama influye mucho en la postura a elegir. Lo ideal es contar con una cama eléctrica, en la que podemos regular la posición más óptima, especialmente si tenemos alguna enfermedad o dolencia, aunque su uso se recomienda a cualquier persona preocupada por su bienestar y comodidad e interesada en el descanso de calidad, necesario para rendir en nuestro día a día.
Peor postura para dormir
La peor postura para dormir es hacerlo boca abajo, ya que es la menos beneficiosa para nuestro organismo.
El principal motivo es el sufrimiento de la zona del cuello, debido a la excesiva rotación de la columna. Si se escoge esta postura para dormir diariamente, a largo plazo se puede sufrir tendinitis, lumbalgias o cervicalgias. Además, nuestro estómago y nuestro pecho se sienten presionados con esta postura, por lo que ni la digestión ni la respiración son fluidas.
Mejores posturas para dormir
Las mejores posturas para dormir son boca arriba o de lado.
Boca arriba
Dormir boca arriba sí es una buena opción, aunque debemos controlar que nuestra columna mantenga una buena alineación. Para ello podemos usar una almohada que sea preferiblemente dura y que se adapte a la cabeza, para evitar que se hunda.
También podemos utilizar una almohada o cojín colocada debajo de nuestras rodillas, para que éstas se eleven y la columna lumbar mantenga una línea neutral. De todas formas, si utilizamos una cama eléctrica, podemos adaptar la postura para que las piernas queden elevadas sin necesidad de usar cojines extras.
De lado
Para dormir de lado es preferible escoger el lado izquierdo, que mantiene el cuerpo en una posición neutral. Se puede utilizar una almohada colocada entre los muslos para que se mantenga dicha postura.
Mejores posturas para dormir según tu enfermedad
Las dos posturas que hemos mencionado en el apartado anterior son las más recomendables, aunque si tienes una enfermedad o dolencia específica, existen posturas que son totalmente desaconsejables y otras que se recomiendan más. Comentamos algunas de ellas.
Para enfermedades pulmonares. Si padeces alguna enfermedad pulmonar, lo ideal es dormir boca arriba, con la cabecera elevada o utilizando incluso dos almohadas, para facilitar la respiración.
Lo mismo ocurre si tienes una enfermedad cardíaca, hay que procurar escoger posturas que faciliten la respiración, evitando sobre todo dormir boca abajo.
Si tus dolencias son relacionadas con las cervicales o lumbalgia, se recomienda dormir tanto boca arriba como de lado, pero con las rodillas flexionadas en posición fetal.
Si padeces de reflujo gastroesofágico, debes evitar dormir del lado derecho, y tener la cabecera de la cama elevada al menos unos 20 cm. Para este caso son muy recomendables las camas eléctricas.
Si tus problemas de sueño están relacionados con apnea o ronquidos, debes evitar la posición decúbito supino, ya que dificulta la respiración.
Durante el embarazo los expertos recomiendan dormir en el lado izquierdo ya que esta posición ayuda a que la sangre y los nutrientes fluyan hasta el útero y tu bebé. Asimismo, con esta posición tu riñón podrá eliminar desechos y fluidos más fácilmente. También es la más indicada porque es la que ayuda a dormir mejor.
Si tienes acidez estomacal, puede costarte mucho trabajo conciliar el sueño, ya que es una sensación muy desagradable. Para aliviarla, puedes dormir sobre el lado izquierdo de tu cuerpo.
Por otro lado, si tienes dolores de cuello, puedes dormir con una pequeña toalla enrollada alrededor de él, o bien colocarla debajo de la funda de la almohada.
En definitiva, es necesario cuidar nuestra ergonomía postural, es decir, tener una postura saludable para dormir. Aunque corregir la postura para dormir de una persona que lleva tanto tiempo adoptando es difícil de cambiar, aún así podemos buscar cosas para mejorar esa posición y de esa manera mejorar la calidad de sueño y descanso.