El clima laboral es un amplio concepto que se refiere al medio en el que un trabajo se desarrolla. Esto es, se trata del ambiente, tanto físico como humano, en el que se incluyen factores como la forma de relacionarse de los empleados, la organización de las tareas y el rendimiento de los mismos en función de su satisfacción con el entorno.
Es por esto que el clima tiene un gran impacto en la empresa y en sus resultados.
¿Qué puede pasar si no tenemos un buen clima laboral?
Si el clima laboral es malo, podemos tener consecuencias negativas en la empresa. Es probable que, si existen conflictos entre los trabajadores, se generen conflictos y no se alcancen los objetivos propuestos por la empresa.
Cuando no hay un buen clima en la empresa, no se desarrolla el sentimiento de pertenencia entre los empleados, lo que conlleva que no se comprometan con sus labores y que no se esfuercen por mejorar.
Por estos motivos, las empresas deben cuidar que el clima laboral sea positivo y que sus trabajadores tengan todas las herramientas necesarias para comunicarse bien y trabajar con eficacia.
Además, tener un buen clima laboral tiene muchas ventajas, tales como incrementar la productividad, ahorrar costes, mejorar la relación entre jefes y empleados y facilitar su motivación.
Tipos de clima laboral
Existen diferentes tipos de climas laborales. Estos son algunos de los más comunes. Por un lado, tenemos el clima participativo y el clima consultivo, que son positivos, y, por otra parte, el clima paternalista y el clima autoritario, que son negativos para la empresa.
Clima participativo
Este clima implica que en la empresa se acepta la diversidad, tanto de género, cultura, preferencias sexuales, religión o cualquier elemento social que nos diferencie. De esta forma se valora por igual la dignidad de todos los empleados.
Así los trabajadores se sienten apreciados por sus particulares cualidades.
Clima consultivo
Este tipo de clima laboral se basa en la comunicación. Sin tener en cuenta la jerarquía que implica un puesto, se valoran las propuestas de los empleados, independientemente de su cargo. Además, no solo se tienen en cuenta en el aspecto laboral, sino que cualquier empleado puede consultar con libertad qué hacer ante situaciones o problemas familiares y personales que le afecten.
Clima paternalista
Es un clima que combina la cultura laboral restrictiva con el control de los aspectos laborales. Este clima se caracteriza porque los empleados trabajan bajo una supervisión constante, por lo que puede llegar a ser un tipo de ambiente estresante.
Se suele dar en empresas demasiado estructuradas y no es un tipo de organización recomendable, ya que es habitual que ante un excesivo control surjan disputas y falta de comunicación, además de dificultad para resolver conflictos.
Clima autoritario
Este clima se caracteriza porque los jefes toman todas las decisiones de la empresa sin tener en cuenta lo que opinen los trabajadores ni sus necesidades. Se trata de una estructura organizativa muy rígida y que se basa en la obediencia y en la resignación de los que se encuentran en la parte baja de la jerarquía.
¿Cómo podemos mejorar el clima laboral?
Compartimos algunos consejos que se pueden aplicar en la empresa para mejorar el ambiente y clima laboral.
Favorecer la conciliación. Este es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los trabajadores. Si la empresa facilita la conciliación familiar, mediante horarios flexibles, o el trabajo a distancia en los casos en que sea posible, generarán mayor satisfacción entre sus trabajadores, lo que les hará sentirse valorados y más motivados.
Reconocimiento. Otro aspecto que puede motivar a los trabajadores y mejorar el ambiente laboral es reconocer sus logros y éxitos. El refuerzo positivo es un elemento clave para la seguridad de los empleados.
Tener una clara comunicación. Los trabajadores tienen derecho a conocer todos los cambios organizativos o de cualquier tipo de la empresa que les afecten. Así estarán más predispuestos a los posibles cambios y se sentirán parte de la organización. Además, tener el feedback de los trabajadores, que son los que conocen el día a día de la actividad empresarial, puede ser muy valioso para hacer cambios positivos.
Potenciar la formación. Si la empresa invierte en formación, los trabajadores mejorarán sus conocimientos y seguirán creciendo profesionalmente. Esto, además de aumentar su autoestima, es beneficioso para la empresa.
Ofrecer un desarrollo a largo plazo. Es importante que los trabajadores tengan la certeza de que con el tiempo podrán ascender de puesto o asumir nuevas tareas, ya que el estancamiento puede provocar que prefieran irse a otra empresa que valore sus esfuerzos y les permita mejorar.
Realiza proyectos de responsabilidad social. Favorecer la reputación de tu empresa y su responsabilidad social hace que tus trabajadores se sientan más cómodos al colaborar con este tipo de proyectos.
Potencia la competitividad sana. Establece diferentes objetivos a alcanzar, premiando a las personas que logren alcanzarlos y fomenta la competitividad sana y transparente entre los empleados.