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¿Qué es el slow life y cómo puedes aplicarlo?

29 julio, 2022

En los últimos tiempos, el concepto de slow life se ha puesto muy de moda. Hoy en día, llevamos un ritmo de vida acelerado y el estrés se ha apoderado de una gran parte de la población, debido al exceso de obligaciones y la inmediatez. Para intentar frenar esto, ha surgido el movimiento slow life, en el que se promulga un estilo de vida más lento y relajado.

Si quieres saber más sobre el slow life y empezar a ponerlo en práctica, no dejes de leer. A continuación te vamos a ofrecer todas las claves sobre esta filosofía de vida, en la que se fomenta el equilibrio entre cuerpo y mente.

Definición de slow life

Literalmente, el slow life significa "vida lenta". Se puede definir como un movimiento o corriente cultural internacional que busca promover un estilo de vida desacelerado. Para conseguirlo, se priorizan aspectos cotidianos como el descanso, la comunicación, la alimentación, las relaciones personales y el aquí y el ahora.

El planteamiento de este movimiento es que, fundamentalmente, en la cultura occidental, el ritmo de vida que se lleva es insano e insostenible. Esto es debido a que existe una priorización absoluta del trabajo frente a otros aspectos de la vida; además de un consumismo desatado que no nos hace reflexionar nada y que dificulta la plenitud de nuestra existencia.

Aunque no debes confundirte y el slow life no significa trabajar poco o ser vago. Implica tomarse la vida de otra forma, dejando a un lado lo que domina nuestro día a día e incide en disfrutar de cada acción, de cada momento y de cada persona.

Orígenes del slow life

Fue en Italia, a finales de los años 80, cuando surgió este movimiento como respuesta a la invasión de la comida rápida. El sociólogo Carlo Petrini se rebeló ante la nueva apertura de un McDonald's en la capital italiana y fundó el movimiento slow food ("comida lenta"), que lo que propone es una vuelta a los valores tradicionales de la gastronomía.

Desde que se fundara, el movimiento ha ido ganando, cada vez, más seguidores. Hoy en día cuenta con millones de adeptos en todo el mundo. Tras su creación, el concepto slow se extendió a otros sectores como la educación, el sexo, la moda, el turismo y el trabajo.

Es el conjunto de todas esas prácticas slow, lo que actualmente se conoce como slow life, un término que se atribuye al periodista y escritor Carl Honoré, autor del libro "Elogio de la lentitud".

Algunas claves para poner en práctica el slow life

Si quieres disfrutar mucho más de la vida y olvidarte del estrés, no dudes en adoptar la filosofía del slow life. Es cierto que aplicarla puede ser un auténtico reto, ya que el ser humano está acostumbrado a la sobrecarga de obligaciones y los ritmos acelerados.

Aunque no es imposible. Lo ideal es que empieces a integrar, gradualmente, hábitos slow a tu rutina. Para poner en práctica esta filosofía, a continuación te vamos a mostrar algunos consejos clave que puedes tener en cuenta.

1. Ser consciente con el momento presente

El slow life se relaciona con la toma de consciencia del ahora. Es decir, debes concentrar tu mente en lo que haces en cada momento, sin que interfieran pensamientos del pasado o el futuro. Para ello, puedes empezar a añadir el mindfulness en tu rutina diaria.

2. Conectar con las personas que te rodean

El auge de las redes sociales han hecho que la comunicación cara a cara, cada vez, sea más difícil. Así que es muy importante valorar nuestras relaciones y valorar momentos de encuentro. Para ello, la comunicación y la escucha son pilares fundamentales.

3. Evitar el consumismo

La tendencia actual del consumismo excesivo hace que creamos que necesitamos determinados productos para ser felices. Pero, en realidad, requerimos de pocas cosas materiales para alcanzar la felicidad. Para evitar esto, debes conocerte, analizar tu vida y pensar en qué es lo que realmente necesitas para ser feliz.

4. Evitar la multitarea

El multitasking es una práctica muy habitual hoy en día y consiste en llevar a cabo varias tareas a la vez. Aunque es cierto que puede conllevar frustración y estrés. Así que lo recomendable es que hagas solo una cosa a la vez y tengas descansos breves entre tareas.

5. Planificar tu día

Si sientes que te falta tiempo, entonces lo ideal será que planifiques tu día. Hazlo con expectativas bajas sobre las actividades que quieras abordar, puesto que siempre surgen imprevistos que te harán modificar la agenda. En dicha planificación, reserva un espacio para hacer las cosas que te gustan y que te permitirán desconectar de las obligaciones.