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Qué es el Síndrome Burnout y su tratamiento

28 junio, 2022

La palabra burnout es difícil de traducir en castellano. Hace referencia al hecho que coloquialmente se denomina como “estar quemado”, es decir, comprende tanto el agotamiento como una actitud desprovista de ánimo. Se relaciona con una actitud en el trabajo caracterizada por sentimientos negativos.


El síndrome de Burnout, que ha sido incluido por la Organización Mundial de la Salud en su Clasificación Internacional de Enfermedades, se trata de un desgaste ocupacional que surge ante situaciones laborales, que provoquen estrés e incapacita a quien lo sufre de realizar sus tareas cotidianas.


Esta afección se comenzó a nombrar en la década de 1970, cuando se detectó que algunos trabajadores soportaban una gran carga emocional y laboral que afectaba a su salud. Más tarde, cuando se avanzó en el estudio de las emociones y la aplicación de su gestión en el entorno laboral se desarrollaron las diferentes herramientas para luchar contra este síndrome, entre otras afecciones psicológicas de índole principalmente laboral.


El Burnout se caracteriza por desarrollarse en tres dimensiones diferentes: sentimientos de cansancio o de falta de energía, distanciamiento mental y sentimientos negativos con respecto al trabajo y la reducción de la eficacia profesional.


Síntomas del Burnout

Algunos de los principales síntomas indicadores de que una persona puede estar sufriendo este síntoma son los siguientes. No obstante, algunos de ellos pueden ser similares a otros casos de estrés, ansiedad o depresión, por lo que es importante que, si se sufren varios de ellos, se consulte con profesionales de la salud mental.


En cuanto al trabajo, es probable volverse demasiado crítico, tener dificultades para acudir a él y empezar la jornada, estar irritable y susceptible con los compañeros, superiores o clientes y sobre todo, sentir desilusión y ninguna motivación.


En cuanto a la salud personal, pueden cambiar los hábitos de sueño y de alimentación, consumiendo incluso sustancias nocivas como drogas o alcohol, sufrir aumento de peso o disminución de apetito, tener dificultades de concentración y sufrir alguna dolencia física como dolores de cabeza o estomacales y, en el caso de las mujeres, desregulación del ciclo menstrual.


Causas del Burnout


Este síndrome puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género y situación personal, aunque se asocia principalmente a problemas laborales.


Los factores más determinantes que pueden derivar en su aparición son:


En cuanto al modo de trabajo, lo que más puede afectar a un trabajador es la falta de control, es decir, la imposibilidad de influir en las decisiones que afectan a su puesto y a sus tareas. También es posible que se vea afectado si tiene demasiadas responsabilidades a su cargo.


Por otro lado, el tener dificultad para comprender las expectativas de la empresa sobre él, no tener posibilidad de ascenso ni mejora a largo plazo provocan un gran hastío que puede derivar en este síndrome.


Asimismo, existen otras situaciones más graves como son el acoso o la desautorización o ridiculización continua que pueden derivar en estrés laboral.


Aunque estos son los factores más habituales que pueden desencadenar en este síndrome, existen otros motivos, que no están ligados con la jornada laboral.


Algunos de ellos pueden estar relacionados con el estilo de vida. Por ejemplo, si existe un gran desequilibrio entre el trabajo y la vida privada, debido a que es difícil conciliar ambos, esto puede complicar las relaciones con familiares y amigos.


En consecuencia, al verse afectadas las relaciones sociales, se puede sentir falta de apoyo y de ayuda por parte de gente cercana.


Otros criterios que se han considerado que pueden tener relación con la aparición de ansiedad, estrés e incluso acabar con un síndrome de Burnout están asociados con algunos rasgos de la personalidad.


Se dan sobre todo en personas con tendencias muy perfeccionistas, que se estresan al pensar que nada es lo suficientemente bueno o está bien hecho. También ocurre en personas que tienen visiones muy pesimistas sobre sí mismos o sobre el mundo en el que viven o personas demasiado controladoras, que son incapaces de delegar tareas y se sobrecargan de trabajo.



Tratamiento del Burnout


Para poder detectar la existencia de este síndrome es necesario hacer un diagnóstico de evaluación psicológica, en el que se compruebe su gravedad y sí existen otros trastornos asociados a él, como una posible depresión. Es común que la persona que tiene Burnout padezca algún trastorno emocional añadido, por lo que es prioritario buscar tratamiento farmacológico específico para dicha patología.


En cuanto al Burnout, después de tener el diagnóstico médico, hay que comenzar con su tratamiento. Dicha terapia debe estar enfocada en el aumento de la autoestima, el incremento de la autoeficacia personal y la mejora de la sensación de control.


Esto se suele tratar con técnicas de orientación de conducta, que ayudan a afrontar el estrés, modificar los pensamientos y conductas negativos y ensayar diferentes conductas a tener ante situaciones o circunstancias negativas y desagradables, para ayudar a la persona a gestionar sus emociones y aumentar su resiliencia y su capacidad de enfrentarse a sus diferentes retos laborales.


Los diferentes métodos para tratar el Burnout son la psicoterapia, el coaching, la terapia deportiva, técnicas de relajación, y la hipnosis.