Muchas personas son inquietas en el terreno económico y buscan nuevas formas de mover su dinero y hacerlo rentable. Puede que te estés planteando invertir parte de tu dinero para que éste te genere algún tipo de rentabilidad y obtener ingresos extras. Esta es una operación que puede ir bien y otorgarte muchos beneficios, sin embargo, como todo tipo de inversión, conlleva riesgos que debes estar dispuesto a asumir.
Antes de tomar esta decisión, debes tener una serie de conocimientos previos básicos que te permitan realizar estas operaciones con conciencia y sabiendo lo que haces. Además de buscar y estudiar la información básica necesaria, te compartimos algunos consejos también básicos para tener en cuenta antes de animarse a invertir.
Crear un plan financiero
Crear un plan financiero consiste básicamente en hacer un cálculo de nuestras necesidades habituales y asegurarte de que están totalmente cubiertas. Teniendo además cubierta una parte para imprevistos.
Es decir, con tu salario debes cubrir tus gastos habituales, como pueden ser préstamos, alimentación y facturas. Es imprescindible separar el dinero necesario para el día a día, de la cantidad que quieras destinar a la inversión.
Esto es muy importante porque, si gastas el dinero necesario para tus gastos en la inversión, por ejemplo en acciones o en depósitos a plazo fijo, cuando intentes recuperarlo demasiado pronto porque no puedes hacer frente a tus pagos, perderás rentabilidad o incluso parte de tu dinero, ya que la inversión es una acción principalmente a largo plazo. Además, debes tener en cuenta que para la inversión hay que ser paciente, puesto que no es un método instantáneo.
Establecer un presupuesto de inversión
Antes de nada, teniendo en cuenta lo explicado en el apartado anterior, debes decidir la cantidad de dinero que vas a dedicar a la inversión.
Ten en cuenta que para invertir debes encontrarte en un momento en el que tus cuentas se encuentren bien controladas, y partas de una buena situación financiera, para que puedas hacer frente a tus obligaciones económicas.
Lo ideal para construir un buen patrimonio, además de destinar una parte de dinero a la inversión, es guardar otra parte del dinero como un ahorro.
Estar al día en los cambios del mercado financiero
Los mercados financieros varían constantemente, provocando una gran incertidumbre en los precios de los activos financieros. Además, cada cierto tiempo se producen periodos de crisis, lo que hace que caigan los precios de los activos.
Por ello es importante tener un objetivo de ganancias a largo plazo y tener capacidad de poder esperar y superar estas caídas de mercado, asumiendo el riesgo de tus inversiones. Con una visión a largo plazo evitarás tener que materializar posibles pérdidas en tus inversiones por eventuales necesidades de liquidez.
No hace falta ser un experto económico, pero sí que puede ser interesante leer noticias de bolsa y economía para estar al día en estos aspectos.
Valorar el riesgo que puedes asumir
Antes de comenzar a invertir, también es importante conocer tu nivel de tolerancia al riesgo, es decir, la capacidad de riesgo que puedes asumir. Hay que tener en cuenta que el riesgo va inevitablemente unido a la rentabilidad, es decir, que a mayor rentabilidad, necesitarás arriesgar más. También se debe saber que, en igualdad de condiciones del mercado, los activos con mayor riesgo sufren más variaciones, por lo que si buscas ganar más tendrás que conocer que asumes un riesgo mayor.
Tener una actitud calmada y positiva
Una vez que conoces todo lo mencionado anteriormente, es decir, que tienes idea de cómo funciona el mercado y sabes cómo crear tu plan financiero y conoces los riesgos a asumir, también es fundamental tener una actitud positiva. Si te has decidido a invertir, es porque confías en que te puede salir bien, por lo que no tendría sentido tener una actitud o pensamiento negativo. Eso sí, la actitud debe ser calmada y serena, para no dejarse llevar sin pensar las acciones que se realizan.
Delegar tareas
Este apartado no es necesario, y quizás no lo utilices, pero es interesante tener en cuenta que a veces invertir puede ser un trabajo de equipo. Si necesitas tomarte más en serio la inversión, puede que necesites un grupo de personas expertas, que te den un punto de vista diferente, creando un proceso mucho más profesionalizado. Dentro de este equipo podrías contar, por ejemplo, con un contable, con un asesor financiero, un economista y un abogado.
Establecer una disciplina
Por último, establecer una disciplina, una vez que dominas el resto de apartados para poder comenzar a invertir, te puede ayudar a tener una configuración mental para ejecutar las acciones de un modo ordenado y sistemático. Así, gracias a la claridad mental, evitarás dejarte llevar por las emociones de que una inversión tenga éxito, y podrás gestionar mejor tus fracasos.