Si te resistes a jubilar tu silla de oficina actual, pero te gustaría convertirla en un asiento mucho más ergonómico, este artículo te interesa. Son muchos los aspectos que deciden si una silla es ergonómica o no, como el diseño anatómico del respaldo, la inclusión de reposacabezas, la regulación de la altura… ¡Y no se nos pueden olvidar los reposabrazos! Si estás pensando en customizar tu silla actual para añadirle reposabrazos, ¡sigue leyendo!
Ventajas de una silla con reposabrazos
Desear una silla ergonómica con reposabrazos no es una idea alejada de la realidad. Son varias las ventajas de contar con un asiento de estas características en tu home office.
● Permite aliviar los brazos y manos y rebajar la tensión
● Ayuda a reducir la tensión de la espalda, cuello y hombros
● Permite adoptar una postura más natural y cómoda
● Supone una ayuda extra para levantarse y sentarse en la silla
--altImgStart--{"link":"https://image.springbeetle.eu/cdn-cgi/image/dpr=1,format=webp,fit=pad/https://cnmegk4mhxmt.compat.objectstorage.eu-frankfurt-1.oraclecloud.com/prod-eu-s3/trantor/attachments/ES/BS14%20(8).jpg"}--altImgEnd--
Incorporar reposabrazos a un asiento, ¿sí o no?
Vamos a ir al grano. La respuesta a la pregunta que formula el titular es que sí, sin rodeos. Efectivamente, es posible incorporar estos accesorios a una silla de oficina que no tiene reposabrazos. Esta es la respuesta corta. La respuesta larga es que “depende”, por supuesto, de cada caso. Y es que hay que tener en cuenta factores como el diseño de la silla actual, la compatibilidad con los kits de reposabrazos o el sistema de anclaje que haya que emplear. Veamos estos aspectos con detenimiento.
1. Diseño de la silla
Aunque te encante tu silla de trabajo y, por este motivo, seas reacio a cambiarla por otra más completa y moderna, debes ser consciente de sus limitaciones. Es posible que su estructura permita añadir reposabrazos, aunque también puede ocurrir que no. También puede suceder que sí sea posible agregar reposabrazos, pero precises la ayuda de un profesional por su complejidad.
2. Compatibilidad
La compatibilidad de una silla con la instalación de reposabrazos no solo supone que disponga de espacio para añadirlos. Hay que tener otros escenarios en cuenta, como, por ejemplo, que no comprometa la estabilidad de la silla. Revisa los kits de reposabrazos disponibles en el mercado para asegurarte de que, en efecto, puedes incluirlos en tu silla.
3. Anclajes
Hay sillas que se anticipan al futuro y vienen con agujeros pretaladrados, de manera que, si el usuario desea, pueda ir añadiendo accesorios. Por supuesto, este hecho facilita mucho las cosas. No obstante, puede ocurrir el caso contrario y es que te toque buscar el sistema de anclajes más apropiado para llevar a cabo tus planes.
Instalar un reposabrazos paso a paso
A continuación, te hablamos a grandes rasgos de cómo instalar un reposabrazos para que tu silla sea 100 % perfecta. En la mayoría de los casos, los pasos serán los mismos, aunque pueda ocurrir que haya alguna fase intermedia. Esto irá en función de la dificultad del proceso.
1. Examina la compatibilidad
El primer paso es más que obvio: asegúrate de que la silla que quieres personalizar es compatible con los sets de reposabrazos del mercado. Esta fase requiere también asegurarte de que el asiento es lo suficientemente robusto y su estabilidad no se verá afectada. Si lo necesitas, no dudes en consultar al fabricante de tu silla.
2. Encuentra el reposabrazos óptimo
Cuando ya te has cerciorado de que es absolutamente seguro instalar reposabrazos en tu silla, ¡empieza la búsqueda! Lo primero es asegurarte de que el accesorio escogido es compatible con el asiento. En este punto, decide si prefieres un reposabrazos fijo o ajustable y también valora los materiales de fabricación.
3. Empieza la instalación
Llegó el momento de iniciar la instalación. En primera instancia, debes recopilar todas las herramientas que vas a precisar: desde taladro a destornillador, etc. Realiza los orificios correspondientes y asegúrate de alinear los apoyabrazos. No olvides instalar también los soportes.
4. Comprueba la estabilidad
El último paso es comprobar que los reposabrazos realizan su función. Pregúntate: ¿son estables?, ¿son cómodos?
--altImgStart--{"link":"https://image.springbeetle.eu/cdn-cgi/image/dpr=1,format=webp,fit=pad/https://cnmegk4mhxmt.compat.objectstorage.eu-frankfurt-1.oraclecloud.com/prod-eu-s3/trantor/attachments/ES/BS14%20(1).jpg"}--altImgEnd--
Conclusión
Hemos visto que incorporar apoyabrazos en una silla que no los trae de fábrica no es misión imposible. Ahora bien, dependiendo del modelo, quizás sea una tarea que no puedas realizar solo y precises ayuda profesional. Desde FlexiSpot te recomendamos echar un vistazo a nuestra línea de sillas ergonómicas, diseñadas específicamente pensando en tu bienestar y confort. Por ejemplo, con nuestra silla ergonómica BS14 no tendrás que recurrir a complicadas instalaciones porque ¡ya trae los reposabrazos! Este modelo, además, cuenta con otros extras como reposacabezas, respaldo de malla transpirable y ajuste de altura del asiento. En definitiva, es una silla de oficina a considerar, pues quizás haya llegado el momento de decir adiós a tu viejo asiento. No te preocupes, ¡te prometemos que lo vas a cambiar por uno mucho mejor!
--shopstart--{"id":788003,"link":788003,"name":"Silla Ergonómica BS14 de Cuidado Dinámico Profesional","shortName":"BS14","url":"//s3.springbeetle.eu/prod-eu-s3/trantor/attachments/ES/YZ529w-1.jpg","salePrc":499.99,"originalPrc":499.99,"itemFootMarkType":"HOT","itemFootMarkInput":"-150€"}--shopend--