Si bien es cierto que el teletrabajo es una fórmula con múltiples ventajas, entre las desventajas, son muchos los que aseguran que favorece la procrastinación. Esto no es difícil de comprender, pues estás tú en la soledad de tu home office sin nada ni nadie a tu alrededor que te vigile durante esos tiempos muertos. Entonces, sin darnos cuenta, cogemos el móvil o incluso el propio ordenador en el que estamos trabajando y comenzamos a navegar sin orden ni concierto en busca de algo que nos entretenga. ¿Se puede superar la procrastinación? ¡Claro!
Si nos vamos a las estadísticas, parece que el 20 % de la población se considera procrastinadora. Y es que es muy fácil caer en la trampa de aparcar nuestras obligaciones por unos instantes para enfocarnos en un asunto que nos ayude a despejar la mente. En realidad, estos pequeños descansos son “sanos”, dado que ¡es normal necesitar desconectar! El problema viene cuando estas pausas son demasiado seguidas, tanto que te rompe el flujo habitual de tus tareas.
¿Eres procrastinador? Así puedes liberarte de este comportamiento
Cuando te dispersas más de lo considerado normal, es preciso buscar fórmulas que te devuelvan a ese estado de enfoque y productividad. A continuación, te ofrecemos
7 tips muy prácticos para superar la procrastinación. ¡Allá vamos!
1. Lo primero de todo: aprende a reconocerlo
Antes que todo, es vital que te sientes y reconozcas que efectivamente estás procrastinando. Al reconocerlo, podrás empezar a tomar medidas. Obviamente no es algo de lo que avergonzarse y, en realidad, te honra que lo confirmes. Así que ya sí, puedes empezar a atajar este comportamiento que te está alejando demasiado de tus obligaciones diarias.
2. Haz una lista de prioridades
En ocasiones procrastinamos porque no hemos organizado bien nuestra agenda. Entonces, esa sensación de caos y desorden nos abruma y preferimos irnos por la tangente. En este contexto, puede ayudarte dedicar un momento a elaborar una lista de prioridades e, incluso, a organizar tu día y semana. Se trata de ponerte pequeñas metas diarias asumibles e ir cumpliéndolas. ¡Tachar tareas hechas es muy placentero! Cada vez que completes un hito, “regálate” un instante de procrastinación.
3. Considera tu lista de tareas pendientes
Además de tener muy en cuenta tus prioridades, no olvides retomar tus tareas pendientes. No consiste en abandonarlas en un rincón, pues no van a desaparecer por sí solas. Todo lo contrario: pueden convertirse en monstruos que te atormentan. A la hora de planificar tu agenda, no olvides introducir esta lista de pendientes a lo largo de tu semana para quitártelas de encima cuanto antes. La satisfacción que experimentarás una vez estén terminadas es muy superior al tedio que puedes sentir al pensar que tienes que enfrentarte a ellas necesariamente.
4. Arranca fuerte el día
A primera hora de la mañana, cuando está comenzando la jornada laboral, es cuando estamos más frescos y despejados. Has dormido bien y tienes la máxima energía, la cual irá reduciéndose paulatinamente según avanza el día. Aprovecha que estás en el máximo estado de eficiencia para abordar las tareas que requieren mayor enfoque y atención al detalle. Deja para el final los asuntos más livianos, aquellos que te cuesten menos.
5. Adopta buenos hábitos
Para superar la procrastinación, es vital adoptar hábitos de trabajo saludables. Ya sabes lo que dicen: si haces algo durante un par de días, es una repetición; si haces algo durante varios días/meses, es un hábito. Haz de los comportamientos que funcionan tu rutina.
6. No te olvides de las recompensas
Unas líneas más arriba ya adelantamos la importancia de “regalarnos” ciertas recompensas por cada tarea completada. Esto puede convertirse en una pauta a seguir si observamos que efectivamente así estamos más motivados a la hora de abordar nuestras tareas. Sigue la línea de la técnica Pomodoro, de la que hemos hablado en algunas ocasiones, que consiste en enfocarse durante 25 minutos y, posteriormente, disfrutar de 5 minutos de relax. Entonces, cuando hayas completado una tarea, ahora sí, tienes derecho de dispersarte y procrastinar durante unos minutos.
7. Libérate de las distracciones
Para liberarte de la procrastinación, ¡es fundamental dejar a un lado las distracciones! Ya sabes lo que se suele decir: quien evita la tentación evita el peligro. Entonces, la idea es que mientras estés trabajando, aparques las redes sociales y, de ser necesario, dejes tu teléfono móvil en otra habitación diferente. En los descansos, tu recompensa puede ser mirar tu móvil. Si te está distrayendo, mejor dejarlo a un lado.
¡Procrastinar demasiado es un gran enemigo de la productividad! Afortunadamente, hay mucho que podemos hacer para enfocarnos en las tareas y llegar al final del día sabiendo que hemos exprimido la jornada al máximo. ¡Buena suerte poniendo estos tips en práctica!