Cada vez más los trabajadores en remoto se apuntan al carro de los escritorios elevables. Si sigues FlexiSpot de cerca, seguro que ya te sabes de memoria todas las ventajas de las mesas regulables en altura. Por ejemplo, que evitan el sedentarismo y promueven una mejor postura. Muchas personas consideran que ha llegado el tiempo de pasarse a los escritorios elevables, si bien, por el momento, se conforman con aquellos modelos que no son ajustables. Pero, ¿es en realidad una mejor opción un escritorio elevable que sí es ajustable?
Qué son los escritorios elevables no ajustables
Los escritorios elevables no ajustables se encuentran a medio camino entre las mesas de oficina convencionales y aquellos escritorios de trabajo regulables en altura. Muchas veces son elegidos por quienes han entendido que pasar menos tiempo sentado durante la jornada laboral puede ser muy beneficioso para la salud.
Este tipo de escritorios ofrece una altura fija, que, por lo general, ronda 1,15 m. De este modo, permite al usuario trabajar de pie, pues obviamente esta clase de mesas son más altas que las convencionales. Sin embargo, la principal diferencia con un escritorio elevable ajustable es que el segundo sí puede regularse en altura en función de las necesidades del momento. Los modelos no ajustables permanecen estáticos todo el tiempo.
Ahora que ya sabes a qué nos referimos por escritorio elevable no ajustable, veamos en qué aspectos pierde frente al escritorio elevable de mecanismo ajustable.
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1. La altura es fija y no puede modificarse
Como su propio nombre indica, los escritorios elevables no ajustables ofrecen una altura fija, estática. Este hecho podría generar un primer problema, y es que no se adapta exactamente a la altura del usuario. Puede suceder que la altura prefijada resulte incómoda para el usuario, ya sea por exceso o defecto. Entonces, si la altura no es la correcta, no tardarán en aparecer los dolores de espalda, de cervicales, etc.
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2. No es posible alternar con periodos de estar sentado
¡Por fin tienes una mesa elevable! Es genial. Vas a poder conocer sus ventajas en primera persona. No obstante, si te has decantado por un escritorio que no puede regularse en altura, la parte negativa es que, al ser su posición estática, no podrás alternar entre estar de pie y sentado. ¡Esto es una muy mala noticia! Sobre todo porque permanecer sentado mucho tiempo es malo para la salud, pero sucede lo mismo si estás de pie mucho rato. Dolor de pies o en la zona lumbar pueden ser algunos de los primeros signos de que llevas mucho rato de pie.
3. No es una opción cómoda a largo plazo
Disponer de un escritorio elevable no ajustable es casi peor opción que contar con una mesa de trabajo al uso. Y es que el primero te obliga prácticamente a pasar toda tu jornada laboral de pie, algo que, por motivos obvios, puede ser contraproducente. Esta incomodidad puede afectar a tu confort y a tu bienestar y, en último término, a tu productividad. Además, necesitarás sí o sí una segunda mesa en la que estar sentado, por lo que deberás poseer mucho espacio en tu home office.
Un escritorio elevable ajustable como solución
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Si no te has pasado aún a un escritorio elevable de carácter ajustable puede ser, según entendemos, por el precio. Está claro que es una inversión y, sin duda, un artículo más costoso que una mesa que no es ajustable, pero ¡tenemos la solución!
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Esta mesa consta de dos motores, uno en cada pata, para garantizar que la subida y bajada sean lo más suaves posible y no alteren el ritmo de trabajo. Incorpora un panel de control táctil de diseño innovador con particularidades técnicas de interés: cargador incorporado, seguro para niños, alturas preajustables, etc. Su estética minimalista e íntima se completa con elementos integrados como una bandeja de gestión de cables y un mayor espacio bajo el escritorio por su especial estructura.
En conclusión
Te hemos dado varias razones por las que es mejor opción una mesa elevable ajustable que una que no lo es. Si tu mayor preocupación es el precio, no olvides que, por ejemplo, el producto mencionado tiene una garantía de 10 años. Esto significa que puedes estar seguro de que tienes en tus manos un artículo valioso e innovador que vale hasta el último céntimo y que, sin duda, vas a amortizar.
