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Estrategias básicas de ciberseguridad para una empresa

09 mayo, 2022

¿Qué es la ciberseguridad?

La ciberseguridad comprende todas las acciones y estrategias que lleva una empresa orientadas a defender y proteger sus sistemas, servidores, dispositivos y redes de ataques digitales maliciosos.

También se la denomina seguridad de la tecnología de la información o seguridad de la información electrónica.

Los objetivos más comunes de los ciberataques son la extorsión a los usuarios mediante el robo y manipulación de información confidencial, la interrupción de la continuidad de un negocio o el control de dispositivos. 

Los atacantes cada vez son más creativos, por lo que es indispensable la implementación de medidas de seguridad digital, además de su constante actualización.

¿Por qué es necesaria en una empresa?

Aunque las amenazas digitales se suelen enfocar en atacar a empresas grandes, cualquier negocio que emplee medios digitales puede sufrir algún tipo de ataque a través de internet.

En la actualidad, cualquier empresa, por pequeña que sea, usa de algún modo internet o cuenta con algún dispositivo tecnológico, por lo que nadie está exento de sufrir un ataque digital.

Por ello, independientemente del sector y del tipo de negocio, es necesaria la ciberseguridad para proteger todos los datos sensibles relacionados con la empresa, tanto de trabajadores como de proveedores o clientes.

Lo más recomendable es acudir a profesionales que garanticen que la estrategia aplicada es efectiva y garantiza la protección absoluta de todos los datos y dispositivos.

 

Estrategias básicas de ciberseguridad

Una estrategia básica de ciberseguridad debe contemplar dos grandes factores: la prevención y la ejecución de un plan de acción previamente elaborado en caso de que finalmente se produzca un ataque.

Prevención

Existen diversas medidas que se pueden tomar en una empresa para prevenir los ataques digitales.

Actualización de equipos y dispositivos. Todos los dispositivos deben estar siempre actualizados, tanto su firmware como su sistema operativo. Asimismo, deben contar con un antivirus siempre al día y con firewalls o cortafuegos habilitados que eviten la entrada a los sistemas y conexión a los dispositivos de usuarios no autorizados.

Formación a los trabajadores. Es importante que los trabajadores de la empresa cuenten con una mínima información sobre ciberseguridad, ya que muchos de los virus entran en nuestros sistemas operativos por descuidos humanos, como abrir emails infectados. Esto se debe a que los usuarios no tienen los conocimientos suficientes para utilizar los sistemas de forma segura, lo que se solucionaría con dicha formación.

Copias de seguridad. Una de las principales consecuencias de un ciberataque es la pérdida de documentos e información importante. Por tanto, una estrategia de prevención es la realización periódica de copias de seguridad. Además, es interesante cifrar los datos más importantes para que no sea tan sencillo acceder a ellos, así como cambiar frecuentemente las contraseñas y claves de acceso a los mismos.

Protocolo de actuación ante un ataque

Paralelamente a las estrategias y medidas de prevención, debemos tener listo un protocolo de actuación para saber qué hacer si sufrimos un ataque y garantizar el funcionamiento de la empresa y el restablecimiento de la normalidad lo antes posible y con las menores consecuencias.

El primer paso para establecer un protocolo de actuación es detectar los puntos débiles de la empresa en cuanto a su seguridad. Esto se puede analizar mediante una auditoría, que deberá realizar o bien un departamento autónomo dentro de la empresa formado por profesionales de la tecnología de la información o una consultora externa que nos ayude a implementar la estrategia de ciberseguridad.

Una vez analizados estos puntos débiles, habrá que reforzar su seguridad y crear una estrategia concreta que se ajuste a cada empresa, ya que dependerá de sus herramientas digitales.

No obstante, los puntos comunes de cualquier estrategia son:

  • El monitoreo periódico. Es necesario que una empresa externa controle el acceso a nuestros dispositivos de forma periódica, ya que algunos tipos de ataques son más discretos y si tardamos demasiado en detectarlos podemos sufrir daños irreparables y grandes pérdidas económicas.

  • El uso de servidores externos. Además de las copias de seguridad internas, tenemos que tener nuestros datos almacenados en un servidor externo. De esta forma, cuando se produzca un ataque, no se verán afectados y podremos recuperarlos rápidamente.

  • La inclusión de todos los dispositivos. Todos los dispositivos de todos los empleados deben estar incluidos en la estrategia de ciberseguridad.

  • Por otro lado, cada empresa contará con sus estrategias para afrontar los ataques. Un ejemplo sería planificar que, cuando un ordenador se vea afectado por un virus o ataque, aislarlo, desconectarlo de la red de trabajo y limpiarlo para evitar que el virus se traspase a los demás.

En conclusión, debemos tener en cuenta que la transformación digital avanza a pasos agigantados y, así como crecen y mejoran las medidas de ciberseguridad, también aumentan y se perfeccionan los métodos utilizados por los piratas informáticos, por lo que nuestros sistemas y dispositivos deben permanecer siempre protegidos y nuestras medidas de seguridad actualizadas.