En el artículo de hoy, seguimos profundizando sobre formas en las que puedes tener un hogar zero waste y que puedas llevar un estilo de vida saludable para ti y para el medioambiente. En esta ocasión, te vamos a hablar del mundo del compostaje.
¿Qué es el compost? Se trata de un adobo que se puede obtener gracias a la biodegradación en presencia de oxígeno de residuos orgánicos, como por ejemplo, los restos de materiales de nuestro jardín y los residuos que generamos al cocinar. El compost es beneficioso para los suelos y las plantas (a las que les garantiza una reserva de substancias nutritivas). Igualmente, favorece la retención de agua (y el ahorro en riego en consecuencia), su absorción y facilita la circulación del aire, entre otras cosas.
Otro punto muy interesante de utilizar un sistema de compostaje es el hecho de que los residuos se convierten en recursos. Solo piensa en esto: los restos de comida que utilizas en la cocina y que generas en tu jardín configuran entre el 40-50% de los residuos de tu hogar. ¿No te parecería genial si les pudieras dar una segunda vida? Haciendo compost se disminuyen estos residuos, y así también la contaminación ambiental.
Elaborar tu propio compost es sencillo y asequible. El coste de poner en marcha tu compostaje es mínimo si lo comparamos con otros. Además, de esta manera, contribuimos al ahorro en recogida y tratamiento de residuos de nuestra localidad y no tenemos que gastar nada en la compra de productos fertilizantes para nuestro jardín. Nuestras plantas y árboles lucirán preciosos con su nueva “comida” natural.
Por los motivos anteriores, si en tu casa dispones de un espacio para jardín que sea llano, aireado y con zonas de semisombra, te interesará crear tu propio sistema de compost. En cuanto al material necesario, puedes optar por varias formas. Una es la de fabricar tu compostadora con una malla, que garantiza la aireación. También puedes potar por un cajón de madera o una estructura de hormigón. Ademas, hoy en día, se comercializan composteras de plástico con todo tipo de diseños para encajar en cualquier ambiente. Estas se pueden abrir para retirar el compost maduro y también rellenarse a través de una tapa. Sea cual sea tu elección, ten presente que las composteras no deben tener fondo y los materiales que se introducen deben estar en contacto con el suelo para poder atraer a las lombrices y los insectos que contribuyen a la descomposición.
¿Qué tenemos que hacer exactamente para elaborar nuestro compost? En principio, se recomienda ir superponiendo diferentes capas de materiales. Unas de material seco (como las hojas, hierbas, paja o cartones) y, otras, con material “verde” o húmedo como, por ejemplo, restos de comida (cáscaras de frutas, verduras, posos de café, etc.). Estos materiales son ricos en agua y sustancias nutritivas como el nitrógeno. De ningún modo, se deben incorporar materiales derivados de los animales (ni lácteos, ni carne). Por lo general, se recomienda que haya un 50% de cada tipo de material, aunque lo cierto es que hay quién prefiere mezclar dos partes de material húmedo con una de material seco. Además, es más útil cuando los materiales que se añaden están triturados, pues así se biodegradan antes.
Una vez tenemos claro qué materiales usamos y cuánta cantidad de cada uno añadimos a nuestra mezcla, tenemos que poner atención en la humedad y la aireación. En este sentido, es importante que la compostadora esté ubicada en un lugar protegido para evitar variaciones de temperatura y humedad. Lo ideal sería colocarla bajo un árbol de hoja caduca, así, estaría a la sombra en verano y al sol en invierno. Es necesario también regular la entrada de aire y humedad, manteniendo el contenedor cubierto o destapado cuando sea necesario. Por esta última razón, puede ser interesante disponer de una herramienta que nos permita mover y airear los materiales. Todo esto, obviamente, dependiendo del sistema de compostadora por el que hayamos optado.
Cuando tengas todos los materiales colocados en la compostadora, puede ser útil agregar excrementos de animales herbívoros de granja ( como conejos, ovejas, vacas o caballos). Haciendo eso, se acelera el proceso de la descomposición. No se recomienda incorporar excrementos ni de perros, ni de gatos.... ni de ningún otro animal carnívoro.
Bien, ya sabes lo básico para empezar a hacer magia. Si quieres saber más sobre cómo seguir con tu compostaje, sigue leyendo nuestro próximos blogs, te explicaremos otros detalles interesantes que seguro que te serán útiles para obtener un fertilizante natural de excelente calidad. ¿No tienes ganas de empezar a experimentar ahora mismo?
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