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Cómo resolver los conflictos cuando surgen en el trabajo

26 enero, 2022

Todos odiamos el conflicto. Siempre que podemos, tratamos de evitarlo, porque enzarzarnos en una discusión es la última posición en la que queremos estar cuando tenemos un centenar de asuntos en mente.


Pero no importa cómo tratemos de evitarlo, el conflicto es una parte normal de la vida. Incluso en un entorno profesional como el lugar de trabajo, los conflictos no se pueden evitar. Siempre habrá una diferencia de opinión, un choque de personalidades o estados de ánimo en conflicto durante un día que podría desencadenar un desacuerdo. En los lugares de trabajo modernos, las empresas se enorgullecen de tener una fuerza laboral multicultural, lo que significa que hay más espacio para opiniones diferentes sobre el mismo tema.


Cuanto más tratamos de prevenir los conflictos, más probable es que ocurran. Dado que es inevitable dada la diversidad de nuestra realidad de todos modos, el mejor enfoque para el conflicto es resolverlo y manejarlo. Utilice herramientas y técnicas de resolución para abordar el conflicto de inmediato y no dejar que se convierta en un problema mayor. En un entorno profesional, la gestión de conflictos es importante para minimizar el riesgo de que se inicie un conflicto. Una buena empresa tiene empleados que pueden trabajar juntos en armonía, incluso si provienen de diferentes entornos y tienen diferentes puntos de vista.


Pero, ¿cómo se resuelven los conflictos en el lugar de trabajo?


1. Conocer el origen del conflicto.


Antes de saltar a la resolución de un problema, lo primero que debe hacer es saber qué está tratando de resolver en primer lugar. Esto te ayudará a evaluar mejor la situación y comprender por qué una cosa llevó a la otra. Además, podrá lograr que ambas partes estén de acuerdo sobre la naturaleza de su malentendido. ¡No te detengas hasta llegar allí! Sin embargo, debes tener mucho cuidado ya que este es un terreno peligroso. No debes tomar partido de ninguna manera y debes tener en cuenta las necesidades de ambas partes para que el conflicto se resuelva. Lo peor que puedes hacer es sacar conclusiones precipitadas y señalar con el dedo. Haga las preguntas correctas y escuche atentamente hasta que ambas partes en conflicto comprendan el problema.


2. Hablar en privado.


Nunca aborde un problema con varios oídos y ojos alrededor. Las únicas partes en este conflicto son las partes infractoras y el mediador. Asegúrese de que las partes en conflicto se sientan en un ambiente seguro y cómodo donde puedan responder preguntas en paz. El lugar que hayas elegido no debe ser el terreno de una de las partes, ya que esto podría dar una sensación de parcialidad. Asegúreles que todo lo que compartan en la habitación será tratado con la máxima confidencialidad. Puede optar por hablar primero con ambas partes por separado, para darles cierta perspectiva antes de reunirlos en la sala. Una vez que estén cara a cara, asegúrese de que ambas partes tengan el mismo tiempo para presentar su versión del problema. Puede ser útil establecer reglas básicas, como en un debate en el que un participante puede exponer su caso antes de que el otro lo desafíe. Esto debería crear un entorno seguro para que ambas partes sean lo más abiertas y honestas posible.


3. Investigue antes de tomar decisiones importantes.


Una vez que ambas partes hayan expresado sus puntos de vista, ahora puede investigar el asunto. No confíe únicamente en las cuentas de las partes infractoras, ya que pueden tener una carga emocional. Verifique los hechos y profundice en lo que realmente sucedió. Cuando hable con las personas más involucradas, puede tomar notas y verificar si entendió su historia correctamente resumiendo lo que dijeron y confirmando que coincide con lo que saben y sienten. También puede haber información oculta o fuentes que pueden salir a la luz cuando comience su investigación. Esté atento a estos elementos, ya que pueden cambiar el curso de la investigación y brindarle más claridad sobre la situación.

4. Buscar soluciones con las partes involucradas.


Ahora es el momento de determinar las soluciones. En la gestión de conflictos, todas las partes deben entender que el objetivo principal es resolver el conflicto y asegurarse de que el conflicto, o cualquier otro problema de naturaleza similar, no se repita. Y cuando el objetivo común sea claro para todos los involucrados, será más fácil encontrar soluciones que funcionen para todas las partes. Tómate tu tiempo y agota todas las opciones y escenarios que se te ocurran. Escuche y comuníquese con todas las partes interesadas para que se sientan parte de la resolución del conflicto y no solo diciendo ciegamente que sí a las cartas sobre la mesa, incluso si no están de acuerdo. Si eso sucede, es probable que el problema vuelva a surgir, así que asegúrese de que todos estén de acuerdo y en la misma página.


5. Elija la mejor solución e identifique el papel de cada uno en la solución del problema.


La comunicación es esencial para que ambas partes puedan encontrar un compromiso que funcione para ambos. La solución literalmente tiene que ser algo con lo que ambas partes puedan vivir. También aproveche esta oportunidad para asegurarse de que la causa raíz del problema sea clara para ambas partes, para que el mismo problema no vuelva a ocurrir.


6. Escriba un informe de la situación que incluya una evaluación honesta y sugerencias sobre qué hacer para evitar que vuelva a ocurrir un problema similar en el futuro.


No dejes que esto vuelva a suceder detallando en un papel lo que pasó y cómo se resolvió.