La sociedad está dividida en lo que respecta a las duchas. Mientras unos prefieren ducharse por la mañana para despejarse, otros optan por ducharse por la noche para disfrutar de un descanso más placentero. En lo que prácticamente todos estamos de acuerdo es en la temperatura de la ducha. No en vano, todos preferimos un baño calentito. Sin embargo, esto es porque no conoces los beneficios de tomar una ducha fría.
Para muchas personas, no hay método más infalible que comenzar el día con una ducha fría para ser más productivo en el trabajo. Para otros, es una auténtica pesadilla pensar en que el agua caliente se acabe en mitad del enjabonado. Sí, no vamos a mentirte. Es imaginar que un chorreón de agua fría caiga por la espalda a primera hora de la mañana y entramos en pánico, pero también es verdad que esta sensación puede contribuir a que ¡te despiertes de una vez por todas!
He aquí los beneficios de esta práctica.
1. Favorece la circulación
En los países nórdicos, el agua fría está muy presente en su rutina de bienestar. Es muy común realizar el contraste de frío-calor a través de la exposición al agua fría mientras se permanece en la sauna. Esto no se realiza por gusto, claro que no, sino por sus múltiples ventajas. Una de ellas es que mejora la circulación, pues la sangre se esfuerza por hallar la temperatura corporal idónea. Así, una ducha fría puede convertirse en una excelente aliada para prevenir enfermedades cardiovasculares.
2. Previene las enfermedades
Y así llegamos al segundo beneficio. Tomar una ducha fría no solo evita el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, sino de cualquier tipo. Parecer ser que, según las estadísticas, aquellos que toman duchas frías con asiduidad se enferman un 30 % menos que quienes prefieren las duchas de agua caliente.
3. La piel y el cabello lucen más saludables
El agua fría tiene un impacto positivo en nuestra piel y el cabello. Seguro que más de una vez te han recomendado realizar el último aclarado del cabello con agua fría para que esté más radiante y saludable. Esto es totalmente cierto, pues el agua fría cierra la cutícula y previene el encrespamiento del pelo. Con la piel pasa algo parecido. La piel se mantiene más hidratada y, además, si sufres picores, el agua fría se encargará de aliviarlos.
4. Mejora la salud mental
Nuestra salud mental y bienestar pueden verse favorecidos por las duchas de agua fría. Aunque no hay conclusiones todavía muy sólidas, parece que la terapia de frío es una de las técnicas existentes para el tratamiento de la depresión. El agua fría, asimismo, puede contribuir a reducir la fatiga. Está también relacionada con el aumento de las endorfinas que, como sabes, se consideran las hormonas de la felicidad.
5. Te ayuda a espabilarte
Tanto si trabajas en remoto como si tienes que acudir a tu trabajo presencial, tomar una ducha fría por la mañana ayudará a que te espabiles y te despiertes de una sola vez. Ya sabes lo desagradable que resulta sentarse frente al ordenador y pasarse toda la mañana bostezando. Si has descansado bien, una ducha fría y un humeante café es todo lo que necesitas para estar enérgico durante todo el día.
6. Calma el dolor muscular
Si practicas deporte con frecuencia, una ducha de agua fría puede aliviar el dolor de los músculos después de cada entrenamiento. De este modo, te sentirás más relajado y el dolor muscular desaparecerá como por arte de magia. La sensación final compensará con creces el hecho de exponerte al agua gélida.
Cómo iniciarte en las duchas frías
¿Tomar una ducha fría significa usar agua congelada desde el principio hasta el final? ¡Claro que no! O al menos, no si no puedes soportarlo. No necesitas estar expuesto a 10 minutos de agua helada para aprovechar sus beneficios.
Puedes comenzar la ducha a tu temperatura habitual, enjabonarte como acostumbras y aclararte. Cuando hayas terminado el proceso, entonces, desliza el grifo hasta que salga agua fría y permanece bajo ella al menos 30 segundos. Lo ideal es que mantengas esta rutina durante un mes cada día para comenzar a notar los resultados.
Aunque generalmente esta práctica no está contraindicada para nadie, sería conveniente que consultases a un profesional médico para asegurarte de que no entra en conflicto con tu estado de salud.
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