Perdón por el juego de palabras, pero los hombros tienden a "echarse a la espalda" muchas responsabilidades. Te ayudan a levantar, bajar, girar, torcer y mover la parte superior del torso en todas las direcciones, y esto se debe en gran parte a los músculos entre los hombros y los omoplatos.
Debido a que estos músculos desempeñan un trabajo tan importante, no es raro que se lesionen, provocando molestias leves o más graves conocidas como dolor interescapular o dolor entre los hombros. Pero, de nuevo, no siempre es una lesión lo que lo causa.
Causas musculoesqueléticas del dolor de hombro entre los omoplatos
Si te duele el omoplato, lo primero que puedes hacer es volver sobre tus pasos para determinar dónde estuvo el problema. ¿Levantaste algo demasiado pesado? ¿Dormiste en una posición extraña o compraste una cama nueva? ¿Doblaste la espalda de una manera que no deberías o adoptaste una mala postura últimamente?
Todas estas cosas pueden causar, y normalmente causan, dolor en el hombro. Estos ejemplos se conocen como causas musculoesqueléticas de este dolor y, además de levantarse, dormir, agacharse y sentarse de manera incómoda, el dolor interescapular también puede relacionarse con estas causas y ejemplos:
- Extensión excesiva: estirarse demasiado para alcanzar algo o forzar los hombros.
- Uso excesivo: trabajar demasiado en el jardín o repetir el mismo movimiento una y otra vez.
- Actividades deportivas: lesiones del manguito rotador por jugar al golf.
- Otras lesiones: caídas o lesiones que derivan en dolor localizado.
Causas subyacentes del dolor de espalda entre los omoplatos
Aunque los problemas musculoesqueléticos pueden ser los causantes de las molestias entre los omoplatos, a veces las causas no están relacionadas en absoluto con una lesión local. De hecho, a veces el dolor sirve como advertencia de un problema subyacente más grande y grave en otra parte del cuerpo, como por ejemplo:
- Problemas óseos como artritis u osteoporosis.
- Problemas torácicos como enfermedad pulmonar, que se originan en los pulmones pero causan dolor en la espalda.
- Problemas abdominales como enfermedad hepática o úlceras pépticas, que pueden provocar dolor en la parte superior de la espalda media.
- Problemas cardíacos como un ataque al corazón, que puede causar dolor en el omoplato, especialmente si se siente en el lado izquierdo y se experimenta en mujeres.
Cuándo llamar al médico
A menudo, las causas del dolor entre los omoplatos pueden relacionarse con un problema musculoesquelético, como una distensión, y pueden tratarse con atención domiciliaria y reposo. Pero si el dolor aparece de forma inesperada y no lo relacionas con ninguna lesión, distensión muscular o una mala postura, probablemente deberías llamar al médico, por si acaso.
Llama al médico de inmediato si:
- Eres mujer y sientes dolor en el omoplato izquierdo.
- Tu corazón está acelerado, tienes dolor en el pecho, te sientes mareado o tienes problemas para respirar o hablar.
- Te duelen las piernas, están hinchadas o enrojecidas.
- Toses sangre.
Consejos para aliviar el dolor
Si no tienes ninguna de las anteriores señales de advertencia y sospechas que se trata de un caso leve de distensión muscular, intenta la atención domiciliaria, que incluye descansar lo suficiente y aplicar hielo en la zona dolorida. También puede ser útil tomar ibuprofeno para aliviar el dolor y la hinchazón. Dependiendo de cómo te sientas, algunos tratamientos activos también pueden ayudar a aliviar los casos moderados de dolor de espalda entre los omoplatos, como recibir un masaje o hacer estiramientos.
3 ejercicios que puedes hacer ahora mismo (incluso en el trabajo)
Siempre que el dolor no sea demasiado intenso, estos cuatro ejercicios para los hombros de la Academia estadounidense de cirujanos ortopédicos pueden ayudar, especialmente si necesitas un breve descanso para relajar los músculos durante la jornada laboral:
- Estiramiento básico del hombro: mantén el brazo derecho extendido y sobre el pecho. Dobla el brazo izquierdo sobre el codo derecho y mantenlo así durante 30 segundos. Haz cuatro estiramientos de cada lado.
- Espalda lateral: sostén un palo, una banda o un jersey detrás de ti con una mano en cada extremo. Mueve lentamente el objeto hacia la derecha y mantenlo presionado durante 30 segundos. Haz cuatro estiramientos de cada lado.
- Frontal lateral: repite el segundo ejercicio, pero con el objeto enfrente. De nuevo, haz cuatro estiramientos de cada lado.
Si el dolor empeora o no mejora, es probable que sea hora de que lo revise un profesional, quien puede realizar otros tratamientos o terapias que pueden ayudar. Lo más importante es que no te resistas al dolor: descansa cuando lo necesites. Después de todo, los hombros tienen que soportar muchos de los movimientos corporales diarios. Si te duelen, tómatelo con calma para que puedan recuperarse y sanar.