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Cómo mejorar la igualdad de género en el trabajo

21 marzo, 2022

Para que las empresas prosperen en la era moderna, deben contar con una fuerza laboral diversa e inclusiva. La igualdad de género es esencial para este objetivo, pero por desgracia, el mercado laboral aún no es igual para hombres y mujeres. En un día cualquiera, no es difícil encontrar ejemplos de desigualdad de género en el lugar de trabajo. Ya sea el salario desigual por el mismo trabajo, o la falta de mujeres en posiciones de poder, la intimidación en forma de acoso (por ejemplo, acoso sexual) y los estereotipos peligrosos que hacen que el ambiente de trabajo sea hostil.

Todavía queda mucho trabajo por hacer para lograr una verdadera igualdad de género en el trabajo. Pero a pesar de estos desafíos, hay muchas cosas que los jefes y los empleados pueden hacer para ayudar a mejorar la situación. En esta publicación, exploraremos algunas de esas cosas. Sigue leyendo para obtener consejos sobre cómo puedes ayudar a que tu lugar de trabajo sea más equitativo para todos, independientemente de tu identidad de género.

¿Qué es la igualdad de género y por qué debemos luchar por ella?

En pocas palabras, la igualdad de género es el fácil acceso a oportunidades y recursos, independientemente del género. Esto incluye áreas como igual salario por igual trabajo, tomar decisiones sobre nuestras propias vidas y tener acceso a educación y atención médica. Poner fin a la disparidad de género debe ser nuestro objetivo común, no solo porque es lo justo, sino también porque tiene enormes beneficios para la sociedad y la economía en su conjunto.

Desde el inicio del movimiento por los derechos de la mujer en 1848, la lucha por la igualdad de género ha recorrido un largo camino. Sin embargo, a pesar de los avances logrados, las mujeres siguen estando muy mal pagadas y subrepresentadas en puestos de alto nivel en el gobierno y el sector privado. A pesar de representar más del 50% de la población, todavía existe una brecha de género en muchas organizaciones. Las mujeres ganan 83 céntimos por cada euro que ganan los hombres, a pesar de trabajar al mismo nivel y en el mismo puesto.

Hay varias razones por las que debemos luchar por la igualdad de género. En primer lugar, simplemente es lo correcto. Por derecho de nacimiento, las mujeres, los hombres y las personas de todos los géneros tienen derecho al mismo nivel de respeto y oportunidades. En segundo lugar, lograr la igualdad de género tiene un gran potencial para mejorar los resultados económicos para todos. Cuando las mujeres tienen el mismo acceso a la educación y al empleo que los hombres, la economía crece. Y tercero, lograr la igualdad de género es esencial para hacer realidad los derechos humanos de todas las personas. Hasta que todos los géneros sean tratados por igual, no podemos pretender tener derechos humanos plenamente realizados para todas las personas.

La importancia de la igualdad de género en el trabajo

Estos son algunos de los muchos beneficios de la igualdad de género en el trabajo:

Mayor productividad

Independientemente del género, dejar a más del 50% de la población fuera de tu organización es perjudicial para tus operaciones. Representan talentos y habilidades que se quedan sin explotar. Una fuerza laboral con igualdad de género incluye más recursos y, a su vez, es más productiva. Cuando las personas se sienten incluidas y seguras, se crea un ambiente de trabajo en el que todos pueden aspirar a prosperar y sacar lo mejor de sus habilidades.

Diversidad de puntos de vista

Una fuerza laboral con igualdad de género también es más diversa. Las diversas opiniones y enfoques que surgen de la diversidad llevan a una mayor creatividad y una mejor ejecución de las tareas en toda la empresa. Aprovechar este potencial sin explotar puede ser bueno para tu balance final. Si todos comparten antecedentes similares y están sujetos a las mismas influencias, entonces no hay nadie que desafíe el status quo.

Un ambiente de trabajo saludable

Un lugar de trabajo con igualdad de género es aquel que está libre de estereotipos peligrosos y de acoso. Los estudios muestran que las mujeres luchan contra el acoso no solo de sus superiores sino también de trabajadores del mismo nivel y subordinados. Un ambiente de trabajo saludable es aquel que es seguro y que anima a los empleados a informar cada vez que hay un problema.

Por otro lado, la igualdad de género no solo beneficia a las mujeres. Tradicionalmente, hay roles y profesiones que se han asociado con géneros específicos a pesar del interés y la calificación. La igualdad de género garantiza que los roles considerados "masculinos" o "femeninos" se asignen a quienes están capacitados e interesados.

Mayor retención de personal

Las personas tienden a quedarse donde se sienten apreciadas. Un mal trato a un empleado debido a su género crea malestar y aprensión dentro de esa composición de género en tu fuerza laboral. La preocupación constante de que les pueda pasar lo mismo provoca una disminución de la productividad y el deseo de buscar otras oportunidades donde se sientan apreciados.

Las empresas que son inclusivas y cuidan a sus empleados tienden a tener una tasa de abandono más baja. Se dedica una gran cantidad de tiempo y dinero a la contratación, recursos que se gastarían mejor en otro lugar para garantizar la retención del talento y el buen funcionamiento de las operaciones. Evalúa constantemente tus políticas operativas para ver si ciertas políticas son más o menos favorables para un determinado género si experimentas altas tasas de rotación.

Mayor rentabilidad

La mayoría de los servicios y productos de las organizaciones se comercializan a través de la brecha de género. Entonces, en vez de esperar hasta que sea el momento de lanzar el producto al mercado, incluir a todos los géneros en el proceso ahorrará tiempo y dinero y permitirá a la organización optimizar los productos o servicios para adaptarse a todos. Es más probable que quieras apoyar a una empresa que sabe lo que está haciendo. Según McKinsey, las organizaciones con mayor igualdad de género tienden a ver un aumento del 21% en su rentabilidad.

Mayor reputación organizacional

Hoy en día, no es suficiente tener un buen producto o servicio. A la gente le importa la ética de la empresa, el impacto social de tu organización y si cuidas o no a tus empleados. Esto no solo es atractivo para los clientes sino también para los empleados e inversores.

Según un estudio de PwC, un abrumador 85% de las mujeres millennial buscan empresas que sean diversas. Con la presencia de las redes sociales, las personas hablan libremente sobre sus experiencias laborales y cómo los tratan sus jefes. Ser igualitario en este caso es, por lo tanto, una gran herramienta de contratación.

Consejos para que los jefes mejoren la igualdad de género en el trabajo

Estos son algunos de los pasos que puedes tomar para lograr la igualdad de género en el trabajo:

Educar a los empleados sobre los estereotipos y prejuicios de género

Las investigaciones muestran que los estereotipos y prejuicios de género son comunes en todas las culturas. Los empleados masculinos se asocian con ser motivados, racionales, confiados y autónomos, mientras que las empleadas femeninas se asocian con ser sensibles, serviles y empáticas. La mayoría de las personas ni siquiera se dan cuenta de que consciente o inconscientemente tienen estos prejuicios.

Las políticas en el lugar de trabajo a menudo se basan en estos prejuicios inconscientes que perjudican a las mujeres. Cuando las mujeres hablan en contra, se las considera agresivas y hostiles. También es más probable que se queden atrapadas en los mismos puestos mientras sus homólogos masculinos avanzan y también es más probable que reciban evaluaciones de rendimiento negativas.

Por ejemplo, es probable que a las mujeres en un equipo dirigido por hombres en lo que se considera una industria dominada por hombres se les pase por alto y no reciban elogios por cualquier éxito que el equipo logre, pero sí que se les culpe por sus fallos. Pero, esta es una espada de doble filo. Un hombre en puestos tradicionalmente femeninos como una guardería, secretariado, etc., podría ser pasado por alto o descartado como incompetente sin realmente darle una oportunidad.

Para combatir esto, las organizaciones deben realizar sesiones de capacitación y seminarios para todos los empleados, incluso los que ocupan puestos directivos, para educarlos sobre los prejuicios inconscientes y los estereotipos de género y el daño que causan a los empleados.

Poner fin a la brecha salarial

A día de hoy, una mujer gana 83 céntimos por cada euro que gana un hombre. Los porcentajes varían según el puesto, la raza y la sexualidad de la mujer. Por ejemplo, es probable que las minorías ganen menos que sus iguales blancas. Es probable que las mujeres heterosexuales ganen más que las lesbianas y las mujeres bisexuales. Realizar una auditoría de las nóminas te permitirá saber si estás compensando a todos los géneros de manera justa.

Para solucionar esto, puedes comenzar siendo transparente sobre los salarios de cada puesto. No bases el salario de las mujeres en su salario anterior porque es probable que allí también estuvieran mal pagadas. Puedes introducir un rango de pago que asegure que incluso la cantidad mínima sea justa. El rango permite escenarios únicos, como cuando un candidato está más calificado. De esa manera, tanto los empleados masculinos como femeninos que ocupan el mismo puesto y son igualmente competentes reciben el mismo salario.

Actualizar las prácticas de contratación

Muchas organizaciones no tienen un lugar de trabajo con diversidad de género debido a los prejuicios conscientes e inconscientes que tiene el panel de contratación. Se corta por lo sano: a las mujeres se las puede rechazar para puestos de liderazgo porque no son lo suficientemente "agresivas", mientras que a los hombres se les pueden rechazar para puestos de apoyo porque no son "femeninos". En cualquier caso, ninguno de estos candidatos está siendo juzgado en función de su competencia.

Revisa tus ofertas de trabajo para asegurarte de que estén libres de estereotipos basados en el género y considera realizar entrevistas a ciegas para reducir el impacto de los prejuicios personales. El proceso de revisión de los currículos de los solicitantes debe ser ciego al género para que los candidatos sean elegidos únicamente en función de sus calificaciones. Puedes realizar pruebas de personalidad en línea para obtener el candidato adecuado para un puesto sin preguntar sobre su género. Todos los candidatos deben ser tratados por igual y se les debe hacer el mismo conjunto de preguntas con respecto al puesto para el que están siendo entrevistados.

Tolerancia cero a la discriminación y el acoso

A pesar de que la discriminación de género y el acoso sexual son ilegales, todavía están muy extendidos en los entornos laborales. Como organización, se deben tomar medidas proactivas para garantizar que no se tolere este comportamiento. Asegúrate de que haya canales adecuados para denunciar e investigar dichas denuncias. También debes proporcionar medidas para proteger a las víctimas o denunciantes contra represalias y victimización.

Establece programas para educar a todos los empleados sobre cómo son la discriminación y el acoso y cuál es el comportamiento apropiado en el trabajo. Vuelve a enfatizar la posición firme que la organización tomará frente a tales reclamaciones y asegúrate de que cada reclamación se investigue a fondo. Esto animará a los empleados a tomar el asunto con la misma seriedad y a considerar sus palabras y acciones con más cuidado.

Promover el equilibrio entre la vida laboral y personal (flexibilidad en el trabajo)

Por lo general, las mujeres tienden a realizar una gran cantidad de trabajo de cuidados no remunerado. Como tal, la probabilidad de que una mujer tenga hijos y cree una familia afecta a cuánto se le paga debido al prejuicio de que no estará tan disponible como sus compañeros masculinos.

Entonces, una solución sería introducir el mismo permiso parental para hombres y mujeres. Esto fomenta una distribución equitativa del trabajo en el hogar y en el trabajo, permitiendo a hombres y mujeres planificar sus vidas en torno a la familia y el trabajo.

Además, la introducción de condiciones de trabajo flexibles, como el horario a tiempo parcial, el teletrabajo, el horario intensivo, etc., ayudará a aumentar la productividad porque tanto hombres como mujeres prefieren una situación laboral en la que tengan un poco más de control sobre su tiempo.

Apoyar iniciativas que promuevan la diversidad y la inclusión

Fomentar iniciativas como las mujeres que ofrecen tutoría no solo a otras mujeres sino también a hombres puede ayudar a generar empatía por las barreras que enfrentan las mujeres en el lugar de trabajo. Además, puede ayudar a los hombres a confrontar algunos de los prejuicios inconscientes que tienen con respecto a sus compañeras mujeres. También desafía algunos estereotipos, como que las mujeres no pueden liderar o solo son capaces de ofrecer apoyo y sumisión en silencio.

Conclusión

La lucha por la igualdad de género ha recorrido un largo camino, pero aún queda trabajo por hacer. Necesitamos seguir trabajando juntos para derribar las barreras que impiden que las niñas y las mujeres alcancen su máximo potencial. Para asegurarte de que tu organización logre esto, contrata candidatos en función de sus habilidades y calificaciones. Introduce un rango salarial estándar para cada función para garantizar que las mujeres y los hombres reciban un pago igualitario y justo. Toma una posición sobre la discriminación y el acoso y educa a los empleados en consecuencia. Además, edúcalos sobre los estereotipos y prejuicios de género.

La promoción de una cultura de trabajo flexible y el apoyo a iniciativas inclusivas dará como resultado un entorno de trabajo más cohesionado. Los empleados se sentirán valorados y, por lo tanto, es probable que permanezcan en la organización. Sin mencionar que la organización experimentará una mejora en la rentabilidad y la reputación de la empresa, todo debido a un ambiente de trabajo saludable. Esperamos que esto te lleve en la dirección de acabar con la desigualdad de género y adoptar una mentalidad más inclusiva.